viernes, 5 de diciembre de 2014

TEXTO COMENTADO CONVENIO VERGARA

Art. 1. El capitán general D. Baldomero Espartero recomendará con interés al Gobierno el cumplimiento de su oferta de comprometerse formalmente a proponer a las Cortes la concesión o modificación de los fueros.

Art. 2 Serán reconocidos los empleos, grados y condecoraciones de los generales, jefes, oficiales y demás individuos dependientes del Ejército del teniente general D. Rafael Maroto..... defendiendo la Constitución de 1837, el trono de Isabel II y la regencia de su augusta madre, o bien de retirarse a sus casas los que no quieran seguir con las armas de fuego.

Cuartel de Vergara, 31 de Agosto de 1839.
Rafael Maroto


Se trata de un documento de fuente primaria, redactado y firmado de común acuerdo por los generales Espartero (liberal), y Maroto, jefe de las tropas carlistas en el País vasco-navarro. Los autores del convenio por tanto son ambos generales, y su destinatario sería los dos bandos contendientes de esta guerra civil. Tiene un carácter público, y su temática es político-militar.

El texto nos presenta una serie de fragmentos del Convenio de Vergara, que posibilitaba la rendición de las armas por las tropas carlistas bajo ciertas condiciones. La idea fundamental es el acuerdo de paz firmado por liberales y carlistas. Las condiciones para el cese de las actividades bélicas se concretan en 10 artículos, 2 de ellos incluidos en el texto, que muestran tras su lectura un afán conciliatorio.
En el artículo 1 se incluye una ambigua promesa de mantenimiento de los privilegios forales de vascos y navarros. Espartero, al comprometerse a “proponer a las Cortes la concesión o modificación de los fueros”, actuaba con notable independencia, ya que sabía que prometía algo que era de la exclusiva competencia de las Cortes.

En el artículo 2 se reconoce por parte de los isabelinos los empleos, grados y condecoraciones de oficiales que habían servido en el bando carlista, para así permitir su reinserción en el Ejército regular español.

En este acuerdo como hemos visto predominó la búsqueda de reconciliación entre ambos bandos y el deseo de reintegrar a los derrotados carlistas en el nuevo sistema político liberal. El entendimiento solo fue posible tras el triunfo de las tesis de los carlistas más moderados, dirigidos por el general Maroto, favorables al pacto con los isabelinos a cambio del respeto a los fueros. Por su parte, los carlistas más extremistas creían en el establecimiento de un gobierno absolutista y se negaron a aceptar cualquier salida pacífica al conflicto. Fue el propio Maroto quien inició las negociaciones sin el consentimiento del pretendiente al trono, don Carlos, e incluso ordenó la detención y posterior fusilamiento de varios generales conservadores carlistas, acusándoles de traición.

Tras el fracaso de la Expedición Real en 1837, el regreso de un ejército no vencido, pero tampoco vencedor, a unas provincias ya cansadas y exhaustas acelera el fin. Las conversaciones secretas de Maroto con Espartero culminaron en el Convenio de Vergara, que preparó el fin de la contienda. El general liberal se comprometía a interceder en Madrid por los fueros, mientras que los pactistas de Maroto, con sus pagas y ascensos asegurados, reconocían a Isabel II como reina.
La pacificación del País Vasco y Navarra permitió a los ejércitos carlistas concluir la guerra en 1840 con el sometimiento de Cataluña y el Maestrazgo, donde el general Ramón Cabrera continuaba resistiendo y se negaba a cumplir el acuerdo de paz. No obstante la guerra civil concluyó con la victoria de las tropas liberales tras la caída de Morella, último fortín de Cabrera, y con la huida de don Carlos a Francia.

El Convenio de Vergara incluía una ambigua promesa de mantenimiento de los privilegios forales de vascos y navarros. Sin embargo, poco después, en 1841, se aprobaron varias leyes según las cuales Navarra perdía sus aduanas, exenciones fiscales y militares, y sus instituciones propias de autogobierno, como las Cortes. Pero a cambio, los navarros consiguieron un sistema fiscal muy beneficioso, consistente en el pago de un cupo contributivo único anual, de reducida cuantía, a la Hacienda estatal.

En 1841, las 3 provincias vascas también fueron privadas de privilegios forales, como las aduanas y las Juntas. No obstante, la población vasca conservó su exclusión, privilegiada y excepcional, del servicio militar obligatorio.

Algunos años después, en 1846, se produjo un nuevo recorte de los fueros vascos con la introducción de los “conciertos económicos”, por los cuales se calculaba la contribución anual de los vascos a los gastos generales del Estado. La cantidad total era fijada, de manera pactada, entre los representantes de las 3 diputaciones forales vascas y el gobierno estatal. Este modelo fiscal resultó bastante ventajoso para la población vasca.

TEXTO DECRETO Y GRÁFICA DESAMORTIZACIONES COMENTADOS

COMENTARIO DE TEXTO REAL DECRETO DESAMORTIZACIÓN DE MENDIZÁBAL

Real Decreto Declarando la Venta de bienes del Clero (19 de febrero de 1836).

Atendiendo a la necesidad y conveniencia de disminuir la deuda pública consolidada, y de entregar al interés individual la masa de bienes raíces, que han venido a ser propiedad de la Nación, a fin de que la agricultura y el comercio saquen de ellos las ventajas que no podrían conseguirse por entero en su actual estado (...) conformándome con lo propuesto por el Consejo de Ministros, en nombre de mi excelsa hija la reina doña Isabel II, he venido en decretar lo siguiente:


Artículo 1º. Quedan declarados en venta desde ahora todos los bienes raíces de cualquier clase que hubiesen pertenecido a las comunidades y corporaciones religiosas extinguidas y los demás que hayan sido adjudicados a la Nación por cualquier título o motivo.

Artículo 2º. Se exceptúan de esta medida general los edificios que el gobierno destine para el servicio público o para conservar monumentos de las artes, o para honrar la memoria de hazañas nacionales. El mismo gobierno publicará la lista de los edificios que con este objeto deben quedar excluidos de la venta pública.

Artículo 4º. Que todos los medios rústicos susceptibles de división, sin menoscabo de su valor, o sin graves dificultades para su propia venta, se distribuyan en el mayor número de partes o suertes que se pudiere.

Artículo 5º. Que estas suertes se pongan en venta con total separación, como si cada una hubiese compuesto una propiedad aislada.

En el Pardo a 19 de febrero de 1836. D. Juan Álvarez Mendizábal
Gazeta de Madrid , 21 de febrero de 1836.


  1.   El texto que se nos propone es un fragmento de documento jurídico de extraordinaria importancia: el Real Decreto de Desamortización de los bienes del clero regular, redactado por Mendizábal. Concretamente se nos presenta una parte del preámbulo del Real Decreto y cuatro artículos del mismo.

Se trata de una de las fuentes primarias más citadas del periodo convulso de la regencia de Mª Cristina, aprobada el 19 de febrero de 1836 y publicada dos días después en la Gazeta de Madrid, publicación que posteriormente derivaría en el actual BOE.

El texto es de temática jurídica y es de carácter público, siendo su destinatario la nación entera. está firmado por la reina regente Mª Cristina de Nápoles, madre de la reina Isabel II.

  2.    Se trataba de conseguir,  con la puesta en vigor de este decreto, la desvinculación de  los bienes de la Iglesia que estaban amortizados y volverlos a poner en circulación de nuevo, medida que reflejaba los principios económicos de la revolución liberal burguesa.

El propósito de la desamortización de Mendizábal queda expuesto en el fragmento del preámbulo que se nos propone. Por una parte se veía obligado a afrontar una Deuda Pública que estaba asfixiando al Estado (hasta el punto que se corría el riesgo real de que no se le concediesen más créditos al Estado con lo que se tendrían serias dificultades para financiar la guerra) y, por otra, se quería poner fin a las estructuras del Antiguo Régimen entregando, como dice, “al interés individual la masa de bienes raíces”, es decir, desamortizando el suelo, a fin de sacar de ellos “las ventajas que no podrían conseguirse por entero en su actual estado”, es decir, aumentando su productividad.

        En efecto, el objeto de la desamortización viene expresado en el primer artículo, en el que se indica que se trata de los bienes raíces eclesiásticos de cualquier clase, es decir, fincas urbanas o rurales, ya fueren tierras o inmuebles de otro tipo. De ahí que se la denomine habitualmente como “desamortización eclesiástica de Mendizábal”.

        En el artículo 2 se exime de la desamortización aquellos bienes del clero regular que por interés público deban conservarse prohibiéndose su venta pública.

        En los artículos 4 y 5 se hace referencia a la posibilidad de dividir las fincas en lotes más pequeños para facilitar su posible venta siempre que no se redujese su valor.


3.     La situación en España era muy preocupante. La revolución liberal luchaba por abrirse paso en medio de enormes dificultades de todo tipo. Nos encontramos en un país con una economía débil y endeudada, sufriendo la ausencia de los ingresos por la reciente emancipación de las colonias americanas y dependiente de una agricultura escasamente modernizada y con unos bajísimos rendimientos.
La población campesina, que es una gran parte de la población española, vive en una pobreza enquistada fruto, además, del problema de la propiedad de la tierra: los campesinos en su mayoría son jornaleros o arrendatarios.

Finalmente, la amenaza se cierne sobre el Estado liberal bajo la forma de una guerra civil, la Guerra Carlista. Esta Guerra suponía un doble lastre: no solo amenazaba con volver a la España del Antiguo Régimen, sino que además suponía un gasto que el Estado difícilmente podía permitirse.

        Cuando tras el pronunciamiento de los sargentos de la Granja, Mª Cristina se ve obligada a entregar el Gobierno a los progresistas, Mendizábal será nombrado ministro de Hacienda y aprovechará para poner en marcha la desamortización eclesiástica a que se refiere el documento que nos ocupa.

        El proceso desamortizador tuvo algunos antecedentes ya en el reinado de Carlos IV (1798) y durante el gobierno de las Cortes de Cádiz entre 1811 y 1813 y el Trienio Liberal (1820-1823). Pero todas, la desamortización más importante fue la llevada a cabo por Mendizábal, que se complementará años más tarde con la Desamortización General de Madoz, en 1855.

       El proceso desamortizador se acompañó de otro: la expropiación por parte del Estado de los bienes desamortizados. Así, el proceso desamortizador sirvió no solo para poner en circulación dichos bienes sino también para enjugar el déficit del Estado y amortizar la Deuda Pública.

         Además con la desamortización se pretendieron otros objetivos que no por no aparecer en el texto fueron menos importante, cuales fueron el ampliar la base social del liberalismo, obtener fondos para financiar la guerra carlista y asestar un golpe maestro a los poderes fácticos de la España del momento: la Iglesia y la nobleza.

         Aunque con la desamortización de Mendizábal aumentó ligeramente la producción del campo español, dicho aumento se debió más al aumento de la superficie cultivada (se pusieron en labor campos anteriormente en estado de abandono) que a una modernización de las técnicas agrícolas, modernización que ciertamente no llegó. Y ello se debió sobre todo a que las tierras se sacaron a subasta pública y, por tanto, solo pudieron ser adquiridas o bien por campesinos que ya eran propietarios o por otros, generalmente burgueses, que solo buscaban en la tierra un valor seguro. En cualquier caso, no sirvió para resolver el problema de la propiedad de la tierra, sino que antes bien se consolidó la estructura latifundista del centro y sur de España. Se priorizó la consecución de ingresos para la necesitada hacienda pública antes que la solución del gravísimo problema social del campo español.`





COMENTARIO GRÁFICA DE LAS DESAMORTIZACIONES


1. El documento en cuestión consiste en una gráfica de barras en la que se representan los bienes civiles y eclesiásticos desamortizados por Mendizábal y Madoz cuando ocupaban el ministerio en los años 1836 y 1855 respectivamente. Es una fuente secundaria sin que sepamos quién o quienes son los autores, y la temática es económica.

2. En esta gráfica se observan 4 etapas diferentes:

a)      un primer período (1836-1844) que se corresponde con la aprobación de la Ley de Desamortización de Mendizábal (1836) y los años inmediatamente posteriores a su entrada en vigor. En estos años la expropiación de bienes eclesiásticos es muy alta, llegando el valor de las propiedades a 3.400 millones de reales de vellón. Por el contrario, los bienes civiles representan un escaso valor no superando los 100 millones de reales. Este hecho nos demuestra que Mendizábal se propuso desvincular especialmente las propiedades de la Iglesia y con los ingresos obtenidos de su subasta pública financiar la guerra carlista, disminuir la deuda pública y atraerse a las filas isabelinas a los compradores de esas propiedades religiosas.

b)      Un segundo período (1845-54) en el que con claridad se interrumpe ese proceso; las fincas eclesiásticas expropiadas y vendidas apenas suponen 200 millones de reales de vellón siendo las propiedades civiles irrelevantes (50 millones). Esta parálisis del proceso desamortizador está relacionado con el cambio de gobierno tras el fin de la regencia de Espartero y la subida al poder de los moderados. Una de las primeras medidas que tomaron fue detener la expropiación y venta de los bienes eclesiásticos ya que esto perjudicaba los intereses de la Iglesia y en su programa político el moderantismo defendió el poder y la influencia de la institución eclesiástica en todas las esferas del país.

c)      El tercer período (1855-56) se corresponde con un nuevo cambio de gobierno; en este caso es el partido progresista el que sube al poder tras la Vicalvarada y en 1855 su ministro de Hacienda, Pascual Madoz publica la Ley General de Desamortización por la cual se ponen en subasta todos los bienes civiles de propios y comunales propiedad sobre todo de los municipios. Por eso en esta 2ª desamortización serán las propiedades civiles las que superen con creces a las eclesiásticas en su valor pecuniario. En esta etapa las expropiaciones civiles llegan a 500 millones de reales y las eclesiásticas a 450 millones. También la desamortización de Madoz afectó a bienes de la Iglesia que aún no habían sido desvinculados. La finalidad de esta ley era favorecer el desarrollo industrial del país subvencionando a las compañías que invirtieran en la construcción de la red ferroviaria.

d)      El último período (1856-67) coincide con un nuevo gobierno, de carácter moderado (Unión Liberal y posteriores gobiernos moderados). Estos años son los de verdadera aplicación de la Ley de Madoz por lo que se multiplican los bienes expropiados llegando los de los ayuntamientos a 2.800 millones de reales y los eclesiásticos a 1.300 millones; no tuvo objeciones los diferentes gobiernos moderados en aplicar esta ley puesto que afectaba principalmente a las propiedades civiles y menos a las eclesiásticas.

3. En síntesis, la labor desamortizadora llevada a cabo por lo distintos gobiernos liberales durante los años centrales del siglo XIX afectó más en conjunto a los bienes eclesiásticos que a los civiles. Esto nos demuestra la enorme riqueza e importancia que la Iglesia tenía en la España del siglo XIX, mucho mayor que la de los municipios.

El liberalismo español pensaba que con la desvinculación de las propiedades en “manos muertas” y su salida al mercado los nuevos compradores invertirían y mejorarían los rendimientos de sus fincas propiciando el desarrollo económico del país. Por otro lado también se quería que el pequeño campesino accediera a la propiedad de esas tierras, produciéndose así una reforma agraria que mejorase las condiciones de vida del campesinado en general. Pero nada de esto ocurrió. Los nuevos propietarios fueron casi siempre burgueses que no explotaban directamente sus fincas y que no invirtieron en su mejora. A lo sumo se generó un aumento de la superficie cultivada pero no de los rendimientos, ya que gran parte de las propiedades de la Iglesia y ayuntamientos estaban ocupadas por monte bajo y bosques que fueron roturados y puestos en cultivo. Además, los campesinos no pudieron comprar unas fincas subastadas libremente en el mercado que fueron adquiridas en muchos casos por especuladores o burgueses urbanos (funcionarios, militares, profesionales liberales) ajenos al mundo rural y que lo que pretendían eran ganar dinero rápido y de manera fácil. Por otro lado los campesinos vieron perjudicado su situación económica al no poder aprovecharse del uso de las propiedades comunales de los ayuntamientos que tras la desamortización de Madoz fueron privatizadas. Muchos de ellos sufrieron un proceso de proletarización que los convirtió en jornaleros trabajando por un salario en las fincas de los nuevos compradores. Esto provocará en años posteriores numerosas revueltas campesinas con ocupaciones de fincas, quema de cosechas, matanzas de ganado, robos, destrucciones de los registros de propiedad, etc. que demuestran el enorme descontento que la reforma agraria liberal  generó entre el campesinado español.

A modo de conclusión, las desamortizaciones beneficiaron a la clase burguesa, ayudó a afianzar el liberalismo en España, fracasó como intento de reforma agraria agravando las desigualdades sociales en el campo, no resolvió los problemas de escasa productividad y atraso del campo español y tampoco ayudó al despegue industrial puesto que la agricultura no demandó maquinaria agrícola ni tampoco elevó el poder adquisitivo del campesinado español que permitiría el surgimiento de un mercado nacional que demandase productos industriales.

martes, 11 de noviembre de 2014

CONSTITUCIONES

Pulse en cada una para descargar

1. El Estatuto de Bayona de 1808
2. La Constitución de Cádiz de 1812  (Vigencia: desde 1812 hasta 1814; desde 1820 hasta 1823 y desde 1836 hasta 1837)
3. El Estatuto Real de 1834
4. La Constitución de 1837  (Vigencia: desde1837 hasta 1845)
5. La Constitución de 1845  (Vigencia: desde 1845 hasta 1868 )
6. La Constitución Nonata de 1856
7. La Constitución de 1869 (Vigencia: desde 1869 hasta 1873)
8. La Constitución de 1873 . La Primera República (no promulgada)
9. La Constitución de 1876. La Restauración  (Vigencia: desde 1876 hasta 1923)
10. La Constitución de 1931. La Segunda República Española  (Vigencia: desde 1931 hasta 1939)
11. La Constitución de 1978 (vigente)


Fuente: http://historiasegundobachilleratoandalucia.blogspot.com.es
 

EXÁMENES DE SELECTIVIDAD 2001-2002/2013-2014



Junio
Septiembre
Conjuntos de pruebas
2013-2014
2012-2013
2011-2012
2010-2011
2009-2010
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2007-2008
2006-2007

2005-2006


2004-2005


2003-2004


2002-2003


2001-2002


 

jueves, 6 de noviembre de 2014

TEXTOS TRANSICIÓN


EL FINAL DE LA DICTADURA.

El último año de la dictadura [ ... ] fue convulso. El sistema residía dando manotazos a diestro y siniestro. La oposición democrática unida le disputaba al régimen sus plataformas internacionales; las universidades fueron cerradas; Hassan II de Marruecos iniciaba su exitosa ofensiva sobre el Sahara español; el Ejército y la sociedad sufrían el impacto de las primeras detenciones de un grupo de oficiales democráticos, la UMD; se declaraba el estado de excepción en Gui­púzcoa y Vizcaya; no había una semana sin una publicación sancionada o clausurada; los conflictos con la Iglesia bordeaban la crisis de Estado, y ante la radicalización de algunos grupos políticos que se inclinaban hacia el terrorismo indiscriminado  ETA y FRAP  el sistema respondía a la brava, con procesos políticos que terminarían con el fusilamiento de cinco militantes. Por si esto fuera poco habían de pasar dos crisis gubernamentales provocadas por la dimisión del mi­nistro de Trabajo, Licinio de la Fuente, y por la muerte en accidente de Herrero de Tejedor, ministro secretario del Movimiento Nacional.

Morán, Gregorio (1991): El precio de la transición, Barcelona, Planeta, p. 44.




SOBRE EL PARTIDO COMUNISTA

    El espíritu de la izquierda antes de iniciarse la agonía del dictador estaba impregnado de entusiasmo. El PCE, la máxima fuerza organizada de la clandestinidad, imprimía carácter e influía de manera importante en el conjunto de la oposición. Santiago Carrillo, su secretario general, se había consagrado como la figura política más brillante y con más prometedor futuro de los enemigos del régimen [ ... ] había preparado al partido para los momentos que se avecinaban. Un ejército no muy numeroso, como es lógico en condiciones de ilegalidad, pero activísimo y prestigioso. El PCE había celebrado uno a modo de congreso  su II Conferencia  en el norte de Francia, durante el verano de 1975, en el que se habían concretado las necesidades [ ... ] Se incorporaron a la dirección  figuras procedentes del izquierdismo catalanista como Jordi Solé Tura, [...] y católicos militantes como Alfonso Carlos Comín. Ambos pertenecientes al grupo de amplio espectro y escasa militancia denominado «Bandera Roja». También se captaron [...] personalidades como Ramón Tamames [ ... ]
Las dos principales tareas encomendadas al movimiento obrero para el momento en que la crisis de la dictadura tocara fondo consistían en «ocupar los sindicatos verticales» y «asaltar las cárceles para liberar a los presos políticos».

      Morán, Gregorio (1991): El precio de la transición, Barcelona, Planeta, p. 59.





LA ACTITUD DE ARIAS NAVARRO

(11 de febrero de 1976) Recoge unas palabras de Carlos Arias en una reunión mixta Consejo Nacional y Gobierno.

 Pues bien; sí. Es cierto. Yo lo que deseo es continuar el franquismo. Y mientras esté aquí o actúe en la vida pública no seré sino un estricto continuador del franquismo en todos sus aspectos y lucharé contra los enemigos de España que han empezado a asomar su cabeza y son una minoría agazapada y clandestina en el país [ ... ]

Fue algo alucinante. ¿Qué teme este hombre? ¿A quién teme? ¿Qué secretos hay aquí que condicionan al presidente y le convierten de golpe en errático, inseguro y cambiante? ¿Le queda ancho el traje? ¿Existe contra él una acusación que ignoramos? ¿Los militares «ultras» lo amenazan? ¿Tiene miedo a Girón, a Miguel Primo y a Fueyo?. Mal empieza la reforma. 0 acabamos en golpe de Estado de la derecha. O la marea revolucionaria acaba con todo.

(1 de julio, jueves, de 1976) Cese de Carlos Arias Navarro.

[ ... ] Su talla de gobernante era cuestionable; su autoridad nula. No conocía a fondo los problemas políticos, económicos ni sociales del país. Su experiencia era esencialmente policíaca y represiva. Su pasión, los servicios secretos. Su camarilla era de escaso relieve y de ninguna proyección en la vida nacional. En materia internacional, su indiferencia y desconocimiento rayaban en lo extremo [ ... ]

Areilza, J.M. de (1977): Diario de un ministro de la monarquía. Barcelona, Planeta, p. 124 y 216.








EL INMOVILISMO
La resistencia del «búnker» a toda reforma política, por tímida que fuese, fue evidente a todo lo largo de 1976 y 1977. Arias creyó conveniente evitar una confrontación directa con el franquismo más ortodoxo. Prefirió asegurarse su neutralidad mediante una política de conciliación y concesiones. El resultado fue el que cabía esperar y el que muchos anticiparon: la reforma Arias resultó inaceptable para la oposición democrática y no llegó a ser mínimamente satisfactoria para el «búnker» [ ... ] Cogido entre la ofensiva del «búnker» y el rechazo de la oposición, Arias acabó vencido por sus dudas, sus ambigüedades y su suspicacia. Era demasiado leal al pasado franquista y al recuerdo de Franco como para realizar la reforma que, a largo plazo, acabaría con el franquismo. Desconfiaba de sus ministros. Acabó por distanciarse del propio Rey [ ... ] El balance del gobierno Arias era negativo. La «descomposición del franquismo» [ ... ], a lo largo de los seis meses transcurridos desde la muerte era evidente [ ... ] Pero constitucionalmente, se había avanzado muy poco. Continuaban las Cortes de 1971. El Movimiento seguía en pie, al igual que los Sindicatos oficiales. Los Consejos de Estado y del Reino seguían siendo inexpugnables reductos franquistas. La reforma constitucional parecía estancada desde el 9 de junio. El camino de realizarla a través de las Cortes parecía cerrado.

Carr, R. y Fusi, J.P., (1979): España, de la dictadura a la democracia, Barcelona, Planeta, p. 272 y 280.




EL PRIMER GOBIERNO SUÁREZ


Contra todo lo previsto y anticipado, el Rey designó como nuevo jefe del Gobierno no a Areilza, sino a Adolfo Suárez [... ] El nombramiento de Suárez supuso, así, una gran sorpresa y una gran decepción [ ... ]
Y sin embargo, Suárez era, por su juventud, disponibilidad y ambición, el hombre que el hábil e inteligente Fernández Miranda pensó que respondía mejor al perfil del político que el Rey quería poner al frente de su Gobierno para impulsar la reforma[ ... ] Once meses después de su nombramiento, Adolfo Suárez convocaba las primeras elecciones libres celebradas en España desde 1936; el Parlamento así elegido elaboró y aprobó, ya en 1978, una Constitución plenamente democrática [ ... ]
El dinamismo y la determinación del Gobierno  más la gran capacidad de seducción personal que Adolfo Suárez resultó poseer y acertó a desplegar  cambiaron en muy poco tiempo el clima político del país [ ... ] El 8 de diciembre [1976] se reunió con todos los altos jefes militares del país para explicarles la reforma y solicitar su apoyo por razones patrióticas. El Ejército, por lealtad al Rey, dio luz verde al proceso [ ... ]
El proceso de reforma hacia la democracia distó mucho de ser un proceso lineal y fácil. Existieron desde luego graves factores de desestabilización [ ... ] En el País Vasco, donde la herencia del franquismo había sido particularmente negativa y difícil, la demanda de amnistía (unos 400 presos vascos a la muerte de Franco; 150 en noviembre de 1976, después de la amnistía de Suárez) se convirtió en un problema político y social de gran magnitud que, en momentos, amenazó todo el proceso democrático [ ... ]
El terrorismo de ETA, que pareció remitir durante la primavera y verano de 1976 [...] reapareció en otoño [...] En Cataluña no hubo violencia, pero el sentimiento nacionalista era igualmente amplísimo [ ... ]
Suárez hubo de mantener, además, un sutil y decisivo pulso político con la oposición democrática [ ... ] que exigía un programa prácticamente inaceptable para Suárez, pues incluía la formación inmediata de un Gobierno democrático, la derogación fulminante de toda la legislación franquista y apertura de un proceso constituyente [ ... ] La “ruptura” la aspiración histórica de la oposición a lo largo de numerosos años de resistencia antifranquista, quedaba descartada [ ... ]
Las dudas que pudieran quedar se disiparon con el referéndum del 15 de diciembre de 1976. El electorado aprobó mayoritariamente la Ley para la Reforma Política.

Fusi Aizpúrua, Juan Pablo (1995): «La reforma Suárez», Memoria de la Transición, Madrid, El País, p. 109 111.



VALORACIÓN SOBRE LA CONSTITUCIÓN DEL 78

La Constitución española de 1978 [ ... ] tiene como principios fundamentales que la forman el Estado social y democrático de Derecho, la Monarquía parlamen­taria y el Estado autonómico.
Reconoce ampliamente y ampara las libertades fundamentales, fija la mayo­ría de edad a los dieciocho años, abole la pena de muerte, no reconoce ninguna religión estatal, aunque tiene en cuenta el peso de la religión católica en España y, junto a los derechos políticos más tradicionales, incorpora un catálogo de dere­chos sociales, que suponen una apuesta por el Estado del bienestar
[ ... ] se garan­tiza la propiedad privada y se acepta el mercado como el regulador principal de la vida económica [ ... ]
La Constitución contempla la clásica división de poderes. Reconoce en las Cortes, formadas por el Congreso de los Diputados y el Senado, el órgano supre­mo de la soberanía popular y la manifestación del poder legislativo. La actividad del Parlamento se desarrolla básicamente en tres frentes: ejerce la potestad legis­lativa del Estado [ ... ] y la iniciativa legislativa proponiendo proyectos de ley, aprueba los presupuestos del Estado y controla la política del Gobierno.
El Gobierno ostenta el poder ejecutivo, dirige las administraciones civil y mili­tar y conduce la política Interior y exterior   [ ... ]
El Rey es el Jefe del Estado y tiene como misión destacada ejercer la función de arbitro entre los distintos poderes.
Abandonando el anterior centralismo, se configura el Estado de las Autono­mías, estableciendo los distintos procedimientos para su conformación y una escala de competencias para ser asumidas en cada caso. La generalización del sistema autonómico ha dado lugar a la creación de diecisiete Comunidades Autó­nomas.

REDERO SAN ROMÁN, M. (1994): La Transición española. Cuadernos del Mundo Contemporáneo, núm. 72 p. 26.



SOBRE EL MODELO AUTONÓMICO DE LA CONSTITUCIÓN DE 1978

El regionalismo español, que en la mayoría de las regiones y provincias no tuvo traducción política significativa hasta prácticamente los años 1975 80, era un regionalismo integrado, un sentimiento de identidad local casi natural y espontáneo, perfectamente compatible con la extensión de los sentimientos nacionales de españolidad comunes al país. La aparición de movimientos nacionalistas en Cataluña y País Vasco, primero y en Galicia, después, fue por eso, un hecho histórico distinto [ ... ]
El fundamento último de los nacionalismos catalán, vasco y gallego fue la existencia en aquellos territorios de elementos lingüísticos, históricos, culturales, etnográficos e institucionales particulares.
[ ... ] la nueva Constitución democrática española, de 6 de diciembre de 1978, creó lo que pronto vino a denominarse como el Estado de la Autonomías: entre ese año y 1983 se constituyeron un total de diecisiete comunidades autónomas [...]
La Constitución de 1978 quiso Integrar tres realidades: España, la nación española, las nacionalidades, territorios que veían su pasado y su cultura como constitutivos de una identidad nacional propia; las regiones, entidades territoriales supraprovinciales dotadas igualmente, de un pasado y de una personalidad singulares. La historia parecía avalar todas y cada una de esas realidades: de ahí las numerosas alusiones históricas que aquella Constitución contenía.

Fusi Aizpurúa, J.P. (1992): “De las aspiraciones históricas al Estado de las Autonomías”. Historia 16. núm. 200, p. 26-31.


LA CRISIS ECONÓMICA Y LA TRANSICIÓN

A comienzos de 1979 la economía española se encontraba en un compás de espera [ ... ] Sin embargo, las cosas cambian radicalmente en el curso de 1979: la segunda crisis del petróleo [ ... ] El nuevo encarecimiento de la energía provocó en los países importadores, como España, unos efectos similares, en cuanto a su planteamiento general, a los descritos en el episodio de 1974
[ ... ] El shock petrolífero dejó al descubierto que muchos sectores, particularmente industriales, no podrían ser competitivos sin una profunda transformación que modificase sus procesos o reorientase sus producciones, para acomodarse a las nuevas condiciones de los mercados internacionales.
[ ... ] Precisamente porque en esta etapa que va de 1979 a 1982 la crisis se encuentra en su estado más puro, podemos localizar en ello los elementos que mejor la definen. La crisis es esencialmente una crisis industrial y por eso las reducidas tasas de expansión de la renta se corresponden perfectamente con un estancamiento de la producción industrial. En cambio, el sector servicios mantiene una modesta pero continua progresión [ ... ] El peso del sector primario es tan reducido, en todo caso, que ni siquiera cuando sus tasas de crecimiento o contracción rondan un espectacular 10 por 100, como en 1980 y 1981, respectivamente, se altera gran cosa la senda de la evolución de la renta.

Serrano Sanz, ].M. (1994): «Crisis económica y transición política», Ayer, núm. 15, p. 152 156.



EL EJÉRCITO EN LA TRANSICIÓN

La reforma que impulsó Gutiérrez Mellado era amplia, generosa, estaba diseñada a largo plazo e iba al fondo de los problemas seculares de nuestras Fuerza Armadas. Suponía el rejuvenecimiento de los cuadros de mando, la reducción de plantillas, la subida de sueldos, la reorganización del despliegue, la renovación del armamento y del material, etc. Era una reforma de corte profesional [ ... ]
El eje de la reforma estribaba en la retirada total de los militares de la admi­nistración del Estado, de las administraciones locales, de la actividad empresarial o profesional y, por supuesto, de la política, para dedicarse exclusivamente a la vida militar[ ... ]
Las grandes dificultades, especialmente el terrorismo que asesinó a altos mandos militares para provocar la intervención del Ejército, unidas a algunos errores que cometió en materias tan delicadas como los ascensos a generalato o a la comunicación con sus subordinados, fueron aprovechadas para forzar la salida de Gutiérrez Mellado [ ... ]
Fue Alberto Oliart, ministro de Defensa con Calvo Sotelo, a partir del 23 de febrero de 1981, quien aportó a la reforma militar la base material de la que carecía, haciendo aprobar con el consenso de todas las fuerzas políticas la Ley de Dotaciones Presupuestarias para las Fuerzas Armadas, que garantizaba un crecimiento en términos reales de la parte del presupuesto de Defensa dedicada a gastos en armamento y material para el resto de la década. Esta ley ha sido desde entonces el verdadero motor de la reforma, unida a la entrada de España en la OTAN, que ha proporcionado a las Fuerzas Armadas españolas el entorno internacional adecuado para servir de horizonte al proceso de modernización en marcha.

Rodrigo, F.(1985): «Las Fuerzas Armadas y la transición», Revista de Occidente, núm. 54, p. 63 65


LA TRAMA DEL 23-F

El malestar de los cuarteles hizo nacer, en 1978, la primera conspiración importante. El general Torres Rojas, Jefe de la División Acorazada, comunicó a sus oficiales que la unidad vengaría cualquier asesinato de sus hombres y encabezó los preparativos de un golpe destinado a llevar al poder al general Vega Rodríguez. La situación acabó filtrándose a la prensa y, en enero de 1980, [ ... ] Tejero, que en junio de 1980, aceptó la sugerencia de un ayudante del general Milans del Bosch para preparar la ocupación del Congreso de los Diputados [ ... ] reflexionaba sobre el pronunciamiento de Primo de Rivera [ ... ]
Con referencias menos históricas, el coronel San Martín, Jefe del estado mayor de la División Acorazada, creía más útiles los procedimientos del general Kenan Evren [ ... ]
Por su parte, una dilatada permanencia en la Casa Real y el conocimiento personal de muchos políticos marcaban las reflexiones del general de división Alfonso Armada, [...] Para él, el sistema político español precisaba renovarse, como sucedió con la decrépita democracia de la IV República francesa También España necesitaba un De Gaulle.
[ ... ] Cuando dimitió Suárez como presidente del Gobierno y de la UCD, muchos ultras lo interpretaron como el final del sistema democrático. Según ellos, se había producido un vacío de poder que debía llenar la Corona [ .. ]
La reunión del Gobierno y de los diputados en el palacio del Congreso era la ocasión esperada por los golpistas, que decidieron llevar a cabo su operación el día 23 de febrero.

Cardona, G. (1995): «La España del 23 F», Cuadernos del Mundo Actual, núm. 83, p. 10   14.




EL TERRORISMO


El terrorismo ha sido, en muchos momentos de este decisivo lustro [1975-­1980], el principal problema que España ha tenido que afrontar. En muchas ocasiones ha sido la preocupación más agobiante para nuestros gobernantes. Ha ocupado demasiadas veces los titulares más destacados de nuestros medios informativos. Y ha sido, desde que alborea aquí la democracia, el arma y el pretexto predilectos de los que han intentado el fracaso de este enésimo intento de convivencia pluralista en libertad.
Los últimos años del franquismo están ya marcados por la presencia del terrorismo y, en concreto, por el terrorismo de ETA. La organización vasca [ ... ] ha optado por la «lucha armada». ETA publica en junio de 1964 un folleto que lleva como título La Insurrección en Euskadi [ ... ] Siguiendo las ideas expuestas por Federico Krutwig en Vasconia [ ... ] ETA adopta una línea «tercermundista» que tiene como eje una «guerra revolucionaria» entendida como «un conjunto de acciones de toda naturaleza (políticas, sociales, económicas, psicológicas, armadas, etc.) que tiende al derrocamiento del poder.
[ ... ]
El terrorismo en España, por otra parte, no se limita a ETA [ ... ] en 1974 se proclama el FRAP (Frente Revolucionario Antifascista Patriótico) en el que se integran varios grupos marxistas leninistas [ ... ] sus acciones no son cuidadosamente preparadas ni están relacionadas con determinados elementos de las FOP, sino que van dirigidas contra cualquier persona uniformada [ ... ]
Los Grupos de Resistencia Antifascistas Primero de Octubre o GRAPO [I de octubre de 1975] se convirtieron en uno de los más extraños enigmas de la España democrática. Sus atentados siempre coincidieron [ ... ] con momentos de progreso en la vía de la democratización
 [ ... ] La policía, por otra parte, anunció varías veces la total desarticulación del GRAPO, pero una y otra vez renacía de sus cenizas.

Muñoz Alonso, Alejandro (1982): El terrorismo en España, Barcelona, Planeta, p. 9, 14, 34, 65.