lunes, 3 de noviembre de 2014

TEXTOS DICTADURA PRIMO DE RIVERA


Proclama de la Dictadura de Primo de Rivera (1923).

Al país y al Ejército españoles:
Ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado (porque hubiéramos querido vivir siempre en la legalidad y que ella rigiera sin interrup­ción la vida española), de recoger las ansias, de atender el clamoroso requeri­miento de cuantos, amando la Patria, no ven para ella otra salvación que libertar­la de los profesionales de la política, de los hombres que por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron en el año 98 y amenazan a España con un próximo fin trágico y deshonroso. La tupida red de la política de concupiscencias ha cogido en sus mallas, secuestrándola, hasta la voluntad real. [ ... ]

Este movimiento es de hombres: el que no sienta la masculinidad completa­mente caracterizada, que espere en un rincón, sin perturbar los días buenos que para la patria preparamos. Españoles: ¡Viva España y viva el Rey!

No tenemos que Justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impo­ne. Asesinatos de prelados, ex gobernadores, agentes de la autoridad, patronos, capataces y obreros; audaces e impunes atracos; depreciación de moneda; fran­cachela de millones de gastos reservados; sospechosa política arancelaria por la tendencia, y más porque quien la maneja hace alarde de descocada inmoralidad; rastreras intrigas políticas tomando como pretexto la tragedia de Marruecos; in­certidumbres ante este gravísimo problema nacional; indisciplina social, que hace el trabajo ineficaz y nulo, precaria y ruinosa la producción agrícola e industrial; impune propaganda comunista; impiedad e incultura; justicia influida por la polí­tica; descarada propaganda separatista, pasiones tendenciosas alrededor del problema de las responsabilidades[ ... ]

Ni somos imperialistas, ni creemos pendiente de un terco empeño en Marrue­cos el honor del ejército, que con su conducta valerosa a diario lo vindica. Para esto, y cuando aquel ejército haya cumplido las órdenes recibidas buscare­mos al problema de Marruecos solución pronta, digna y sensata.

El país no quiere oír hablar más de responsabilidades, sino saberlas exigidas pronta y justamente, y esto lo encargamos con limitación de plazo a tribunales de autoridad moral y desapasionados de cuanto ha envenenado hasta ahora la política o la ambición. La responsabilidad colectiva de los partidos políticos la sancionamos con este apartamiento total a que los condenamos aun reconociendo en justicia que algunos de sus hombres dedicaron al noble afán de gobernar sus talentos y sus actividades, pero no supieron o no quisieron nunca purificar y dar dignidad al medio en que han vivido [ ... 1

Miguel Primo de Rivera, Capitán General de la IV Región.



La política para Marruecos

« El pacto con el Raisuni* será respetado. Entre los mil rumores que vienen circulando estos días había uno de extraordinaria consideración. Se decía que la nueva situación estaba decidida a romper el pacto con el Raisuni, lo cual acaso significaría el inmediato desencadenamiento de la guerra en la zona occidental. Hacemos conocer este rumor al general Primo de Rivera, y nos contesta rápidamente:

-Eso es completamente falso. Se trata de un pacto, de una palabra, de un compromiso contraído por el Estado español, y nosotros no podemos faltar a él. Sea cual fuere el resultado del contrato hecho con el Raisuni, la gloria o la culpa será de los que lo hicieron; pero noso­tros no podemos romper un compromiso seriamente sellado en nombre de España.
Las próximas operaciones en la zona Oriental -prosigue el presidente del Directorio- no hay más remedio que operar. No es éste el caso del Raisuni. No vamos a pactar con un rebelde como Abd-el Krim, que a todo intento pacífico responde constru­yendo trincheras para asesinar impunemente a nuestros soldados. El Ejército no quiere guerra; pero sí necesita establecer sólidamente su prestigio ante el enemigo. Pasaremos por Annual; digo que pasaremos, y no digo que vayamos a establecer allí una posición. Veremos lo que se hace; pero una vez que nuestras tropas hayan pasado por Annual, el honor del Ejército queda satisfecho.»

El Sol, Madrid, 16 de septiembre de 1923.

* Viejo dirigente de la insurrección rifeña, en aquellos momentos aliado de España.




Declaraciones de Alfonso XIII

 

Solamente ha cambiado una cosa después del Directorio, y es que se puede pasear con dinero en el bolsillo sin temor a percance; que ya no hay huelgas; que nuestras fábricas marchan y que los patronos no ven ya cada mañana a los obreros con revólver en mano (...). El general Primo nos ha hecho saltar por encima de la Constitución y esto es grave, ¡evidentemente! (...) ¿Hubiera podido conjugar las huelgas y regenerar el espíritu político de España sin salirse de la Constitución? (...)

Si se volviese a abrir el Parlamento, se vería cómo los viejos partidos, que llevaban el país a la ruina, volverían a reanudar sus disputas (...).

¿De qué se compone el parlamentarismo, tan poco rico en fórmulas como en caracteres? Un ideal intangible para los privilegiados que viven de él; eso es todo (...). Para complacer a seis mil personas, ¿íbamos a sacrificar a veinte millones?

Declaraciones reproducidas en El Sol, Madrid, 1925




Declaración de los catalanes 13 junio 1929
 
«En estos últimos años, además de la supresión general del sufragio y de las garantías de los derechos individuales del ciudadano, se ha prohibido, amenazando con fuertes sancio­nes, la exhibición de la bandera catalana; la Mancomunidad Consejo Administrativo de Cataluña) ha sido disuelta; se ha limitado el uso de la lengua catalana, incluso en los actos reli­giosos, y se ha prohibido en la enseñanza pública y privada en todos sus grados; se han suspendido periódicos, se han clausurado asociaciones y otras han sido intervenidas por el Gobierno; los patriotas han sido perseguidos, y otros han sido juzgados y condenados irregularmente por consejos de gue­rra; pero el Pueblo Catalán ha sufrido estos atentados sin que disminuyan ninguna de sus características nacionales.

Ante estas persecuciones y ante la negación obstinada por parte del Gobierno español, no sólo de los derechos de Cataluña, sino también de su personalidad, los catalanes se ven obligados a declarar:

Que la cuestión catalana subsiste, considerablemente agravada.
Que los catalanes reclaman la garantía de los derechos civiles generales, suprimidos por la Dictadura.
Que Cataluña necesita el reconocimiento de sus dere­chos con amplias garantías que permitan el libre desen­volvimiento de su personalidad en todas sus manifestacio­nes.
Que mientras no esté reglamentada, la cuestión cata­lana será para España causa inevitable de agitación y de inquietud, al mismo tiempo que un foco eventual de con­flictos que, dada la situación geográfica de Cataluña, podrían tener una importancia internacional.»

Barcelona, 13 de junio de 1929.
 


Real Decreto creando las Confederaciones Hidrográficas


«El aprovechamiento intenso, máximo, de los recursos hidráulicos de las cuencas de nuestros grandes ríos, exige un pro­ceso riguroso, metódico, ordenado, que hasta ahora no ha sido seguido, con grave daño de uno de nuestros principales ele­mentos de riqueza. El agua meteórica que puede arrasar los mejores y más productivos terrenos de nuestras fértiles vegas en época de excesiva abundancia, llega a faltar en las de escasez para satisfacer las necesidades más apremiantes de buena parte del territorio nacional, que por tal motivo no puede sustentar más que una población escasísima con los productos de una agricultura rudimentaria, de cuyo atraso es causa justificada la inseguridad.
Para lograr ese grado de aprovechamiento, es, pues, preciso atender a la regularización, que es base obligada para la ali­mentación estival de los regadíos.»

Extracto del RD de 5-3-1926.




La oposición a la dictadura y al rey

            ¡Españoles! Surge de las entrañas sociales un profundo clamor popular que demanda justicia y un impulso que nos mueve a procurarla.

            Puestas sus esperanzas en la República, el pueblo está ya en medio de la calle.

            Para servirle hemos querido tramitar la demanda por los procedimientos de la ley y se nos ha cerrado el camino; cuando pedíamos justicia, se nos arrebató la libertad, cuando hemos pedido libertad, se nos ha ofrecido como concesión unas Cortes amañadas como las que fueron barridas, resultantes de un sufragio falsificado, convocadas por un Gobierno de dictadura, instrumento de un rey que ha violado la Constitución y realizadas con la colaboración de un caciquismo omnipotente (...)

            Venimos a derribar la fortaleza en que se ha encastillado el Poder personal, a meter la Monarquía en los archivos de la Historia y a establecer la República sobre la base de la soberanía nacional representada en una Asamblea Constituyente. De ella saldrá la España del porvenir y un nuevo Estatuto inspirado en la conciencia universal, que pide para todos los pueblos un Derecho nuevo, ungido de aspiraciones a la igualdad económica y a la justicia social.

            Entre tanto, nosotros, conscientes de nuestra misión y de nuestra responsabilidad, asumimos las funciones del Poder Público con carácter de Gobierno Provisional.

¡Viva España con honra!. ¡Viva la República!

                                               Manifiesto del comité revolucionario (octubre de 1930)



Acuerdo para derribar la monarquía

¡Españoles! Surge de las entrañas sociales un profundo clamor popular que demanda justicia y un impulso que nos mueve a procurarla. Puestas sus esperanzas en la república, el pueblo está ya en medio de la calle (…)

Venimos a derribar la fortaleza en que se ha encastillado el poder personal, a meter la monarquía en los archivos de la historia y a establecer la república sobre la base de la soberanía nacional representada en una asamblea constituyente. De ella saldrá la España del porvenir y un nuevo estatuto inspirado en la conciencia universal que pide para todos los pueblos un Derecho nuevo ungido de aspiraciones a la igualdad económica y a la justicia social (…) ¡Viva España con honra! ¡Viva la República!

            Niceto Alcalá Zamora, Alejandro Lerroux, Fernando de los Ríos, Manuel Azaña, Santiago Casares Quiroga, Indalecio Prieto, Miguel Maura, Indalecio Prieto, Marcelino Domingo, Francisco Largo Caballero, Luis Nicolau D´Olwer, Diego Martínez Barrios.


 MANIFIESTO DE LA AGRUPACIÓN DE INTELECTUALES AL SERVICIO DE LA REPÚBLICA. 1931.


... creemos que la monarquía de Sagunto ha de ser sustituida por una República. Pero es ilusorio imaginar que la Monarquía va a ceder galantemente el paso a un sistema de Poder público tan opuesto a sus malos uso, a sus privilegios y egoísmos. Sólo se rendirá ante una formidable presión de la opinión pública. Es, pues, urgentísimo organizar esa presión, haciendo que sobre el capricho monárquico pese con suma energía la voluntad republicana de nuestro pueblo. Esta es la labor ingente que el momento reclama. Nos proponemos suscitar una amplísima agrupación al servicio de la República, cuyos esfuerzos tenderán a lo siguiente:

Primero: movilizar a todos los españoles de oficio intelectual para que formen un copioso contingente de propagandistas y defensores de la República española.
Segundo: Con este organismo de avanzada, bien disciplinado y extendido sobre toda España, actuaremos apasionadamente sobre el resto del cuerpo nacional, exaltando la gran promesa histórica que es la República española.
Tercero: Pero, al mismo tiempo, nuestra Agrupación irá organizando, desde la capital hasta la aldea y el caserío, la nueva vida pública de España en todas sus bases a fin de lograr la sólida instauración y el ejemplar funcionamiento del nuevo Estado republicano.

11 de febrero de 1931.



Alfonso XIII y el golpe de Primo de Rivera

Parece claro que lo que indujo al rey Alfonso a coquetear con una «solución» extraparlamentaria fue la resurrección del parlamentarismo español más bien que su degeneración. El debate público sobre las responsabilidades y la propa­ganda antialfonsina de los socialistas no podía dejar de convertirse en un engorro insoportable para el monarca. La proyectada sesión de las Cortes del 2 de octubre de 1923 para ocuparse del informe de la Comisión de responsabilida­des, que suponía que iba a incriminar al mismo rey, constituía para él una pesa­dilla. Y ésta fue presumiblemente la razón de que los pronunciados se apode­raran precipitadamente de los archivos de la Comisión  Picasso a la mañana si­guiente del golpe [ ... ]

Pero la rebelión popular en favor de la deseada dictadura real no se producía y Alfonso tuvo que cultivar los procedimientos anticonstitucionales tradicionales [ ... ] Un mes más tarde, el rey confesó abiertamente a Antonio Maura que estaba dispuesto a dar personalmente un golpe. No es extraño, pues, que los futuros gobiernos vieran en el rey un cómplice en potencia de sus planes para derribar el sistema parlamentario. ¿Cómo podría explicarse, si no, la extraña reunión entre el monarca y los futuros golpistas, durante la cual los últimos informaron al primero de sus planes, diez días antes de levantarse en armas?

Ben Ami, Shlomo (1983): La Dictadura de Primo de Rivera, 1923 1930, Madrid, Planeta, p. 29.

           



Sobre la obra del dictador Primo de Rivera
 
La historia política de la dictadura puede contarse rápidamente. El «directorio militar» se convierte en «civil» afines de 1925, designa en 1927 una Asamblea consultiva y proyecta en 1929 una Constitución: todo esto no cambia ni su esencia ni sus métodos. Pero ¿realizó algún trabajo en orden a los grandes problemas nacionales por resolver? Sólo resolvió la cuestión marroquí. Se mantuvo la alianza con Francia y, desde 1925, el Rif no volvió a agitarse [ ... ]

Dos hombres, el conde de Guadalhorce y Calvo Sotelo, anunciaron importan­tes proyectos económicos. Se les reprochó el aumento de la deuda [ ... ]. Pero el Estado provee de fondos ya a grandes empresas públicas Por lo menos una de ellas era de altos vuelos: las Confederaciones Sindicales Hidrográficas [ ... ]
Las intenciones más teóricas (nacionalismo económico, economía dirigida) dieron aún menos resultado; no se observó el porcentaje de capitales y técnicos nacionales impuesto a las empresas; se cedió el monopolio de Teléfonos a los norteamericanos; las ventajas concedidas a los puertos andaluces y la descon­centración geográfica de las industrias no originaron ningún cambio en la estruc­tura española, y disgustaron a catalanes y vascos [ ... ]
El programa social, a la moda italiana, había anunciado la «supresión» de la lucha de clases. Se establecieron los Comités Paritarios obligatorios, se entró en contacto con los reformistas Largo Caballero y Prieto, y se reglamentó el trabajo nocturno de las mujeres. Pero los obreros no dejaron de notar que los salarios no seguían la curva de una prosperidad patronal ostentosa, y que la huelga había sido prohibida.
El problema regional no fue tratado por grandes medios, sino con cominerías. En Cataluña se destruyó la  Mancomunidad de 1913 y su obra. La alianza con las clases dirigentes catalana y vasca se perdió rápidamente. Pero como su pa­triotismo regional ya se había vuelto sospechoso, los «nacionalismos» fueron ali­mentados ahora por la oposición democrática.

Vilar, Pierre (1978): Historia de España, Barcelona, Crítica, p.120 122




Otra visión sobre la postura de Alfonso XIII y el golpe de estado de Primo de Rivera

Sin embargo, el golpe de septiembre de 1923, que llevó al poder a Miguel Primo de Rivera, no fue organizado ni conocido por él [Alfonso XIII].

[ ... ] las presiones hacia la dictadura durante el reinado de Alfonso XIII no na­cían en el Palacio Real [ ... ] Cosa distinta es que, con el paso del tiempo, las invo­caciones a la dictadura fraguaran en una conspiración que, cuando triunfó, tuvo tantos apoyos iniciales que le movieron a aceptarla [ ... ]
 
Tusell, Javier (1998): «El dictador y su precursor», La aventura de la historia, núm. 2, diciembre, p. 26.




El final de la Monarquía de Alfonso XIII

En el verano de 1930 era un hecho cierto, ciertísimo, reconocido incluso por las autoridades del régimen, que la Monarquía se desmoronaba a ojos vistas y pronto se vería obligada a desaparecer. Lo que más importaba era encauzar su sustitución.
Quiénes actuábamos en la vida política con la mirada puesta en el porvenir de España y palpábamos las reacciones, no siempre pacíficas y caritativas, que la visión del próximo porvenir suscitaba en ciertas masas populares, vivíamos bajo la obsesión de llegar cuanto antes a encuadrar las fuerzas políticas y sindi­cales dentro de un programa previamente madurado, y, además designa a los hombres que habrían de asumir, llegado que fuese el momento, la función de gobernar. [ ... ] Éste fue el objetivo principal de la reunión de San Sebastián [ ... ]
Asistieron a la reunión, empezada a las 3 de la tarde del 17 de agosto, las siguientes personas: Alejandro Lerroux por Alianza Republicana: Marcelino Do­mingo, Álvaro de A!bornoz y Ángel Galarza por el Partido Radical Socialista; Ma­nuel Azaña, por la Izquierda Republicana: Santiago Casares, por la Federación Republicana Gallega; Carrasco Formiguera, por Acció Catalana; Matías Mallol, por Acció Republicana de Cataluña, Jaime Ayguade por Estat Catalá; Alcalá Zamora y yo por la Derecha Liberal Republicana; Indalecio Prieto y Fernando de los Ríos, por su propia cuenta,  ya que el partido socialista al que pertenecían, no había querido dar su conformidad [ ... ] en concepto de invitados Felipe Sánchez Román y Eduardo Ortega y Gasset, Gregorio Marañón [ ... ]. Presidía la reunión, que se celebró en el Círculo Republicano de San Sebastián, el señor Sasiaín, su presidente.

Maura, Miguel (1981): Así cayó Alfonso XIII..., Barcelona, Ariel, p.70 71.



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