miércoles, 10 de diciembre de 2014
viernes, 5 de diciembre de 2014
TEXTO COMENTADO CONVENIO VERGARA
Art. 1. El capitán general D. Baldomero Espartero recomendará
con interés al Gobierno el cumplimiento de su oferta de
comprometerse formalmente a proponer a las Cortes la concesión o
modificación de los fueros.
Art. 2 Serán reconocidos los empleos, grados y condecoraciones de
los generales, jefes, oficiales y demás individuos dependientes del
Ejército del teniente general D. Rafael Maroto..... defendiendo la
Constitución de 1837, el trono de Isabel II y la regencia de su
augusta madre, o bien de retirarse a sus casas los que no quieran
seguir con las armas de fuego.
Cuartel de Vergara, 31 de Agosto de 1839.
Rafael Maroto
Se trata de un documento de fuente primaria, redactado y
firmado de común acuerdo por los generales Espartero
(liberal), y Maroto, jefe de las tropas carlistas en el País
vasco-navarro. Los autores del convenio por tanto son ambos
generales, y su destinatario sería los dos bandos contendientes de
esta guerra civil. Tiene un carácter público, y su temática
es político-militar.
El texto nos presenta una serie de fragmentos del Convenio de
Vergara, que posibilitaba la rendición de las armas por las tropas
carlistas bajo ciertas condiciones. La idea fundamental es el acuerdo
de paz firmado por liberales y carlistas. Las condiciones para el
cese de las actividades bélicas se concretan en 10 artículos, 2 de
ellos incluidos en el texto, que muestran tras su lectura un afán
conciliatorio.
En el artículo 1 se incluye una ambigua promesa de
mantenimiento de los privilegios forales de vascos y navarros.
Espartero, al comprometerse a “proponer a las Cortes la
concesión o modificación de los fueros”, actuaba con notable
independencia, ya que sabía que prometía algo que era de la
exclusiva competencia de las Cortes.
En el artículo 2 se reconoce por parte de los isabelinos los
empleos, grados y condecoraciones de oficiales que habían servido en
el bando carlista, para así permitir su reinserción en el
Ejército regular español.
En este acuerdo como hemos visto predominó la búsqueda de
reconciliación entre ambos bandos y el deseo de reintegrar a los
derrotados carlistas en el nuevo sistema político liberal. El
entendimiento solo fue posible tras el triunfo de las tesis de los
carlistas más moderados, dirigidos por el general Maroto,
favorables al pacto con los isabelinos a cambio del respeto a los
fueros. Por su parte, los carlistas más extremistas creían en el
establecimiento de un gobierno absolutista y se negaron a aceptar
cualquier salida pacífica al conflicto. Fue el propio Maroto quien
inició las negociaciones sin el consentimiento del pretendiente al
trono, don Carlos, e incluso ordenó la detención y posterior
fusilamiento de varios generales conservadores carlistas, acusándoles
de traición.
Tras el fracaso de la Expedición Real en 1837, el regreso de
un ejército no vencido, pero tampoco vencedor, a unas provincias ya
cansadas y exhaustas acelera el fin. Las conversaciones secretas de
Maroto con Espartero culminaron en el Convenio de Vergara, que
preparó el fin de la contienda. El general liberal se comprometía a
interceder en Madrid por los fueros, mientras que los pactistas de
Maroto, con sus pagas y ascensos asegurados, reconocían a Isabel II
como reina.
La pacificación del País Vasco y Navarra permitió a los ejércitos
carlistas concluir la guerra en 1840 con el sometimiento de Cataluña
y el Maestrazgo, donde el general Ramón Cabrera continuaba
resistiendo y se negaba a cumplir el acuerdo de paz. No obstante la
guerra civil concluyó con la victoria de las tropas liberales tras
la caída de Morella, último fortín de Cabrera, y con la
huida de don Carlos a Francia.
El Convenio de Vergara incluía una ambigua promesa de mantenimiento
de los privilegios forales de vascos y navarros. Sin embargo, poco
después, en 1841, se aprobaron varias leyes según las cuales
Navarra perdía sus aduanas, exenciones fiscales y militares,
y sus instituciones propias de autogobierno, como las Cortes. Pero a
cambio, los navarros consiguieron un sistema fiscal muy beneficioso,
consistente en el pago de un cupo contributivo único anual, de
reducida cuantía, a la Hacienda estatal.
En 1841, las 3 provincias vascas también fueron privadas de
privilegios forales, como las aduanas y las Juntas. No obstante, la
población vasca conservó su exclusión, privilegiada y excepcional,
del servicio militar obligatorio.
Algunos años después, en 1846, se produjo un nuevo recorte
de los fueros vascos con la introducción de los “conciertos
económicos”, por los cuales se calculaba la contribución
anual de los vascos a los gastos generales del Estado. La cantidad
total era fijada, de manera pactada, entre los representantes de las
3 diputaciones forales vascas y el gobierno estatal. Este modelo
fiscal resultó bastante ventajoso para la población vasca.
TEXTO DECRETO Y GRÁFICA DESAMORTIZACIONES COMENTADOS
COMENTARIO
DE TEXTO REAL DECRETO DESAMORTIZACIÓN DE MENDIZÁBAL
Real Decreto Declarando la Venta de bienes del Clero (19 de febrero de 1836).
Atendiendo a la necesidad y conveniencia de disminuir la deuda pública consolidada, y de entregar al interés individual la masa de bienes raíces, que han venido a ser propiedad de la Nación, a fin de que la agricultura y el comercio saquen de ellos las ventajas que no podrían conseguirse por entero en su actual estado (...) conformándome con lo propuesto por el Consejo de Ministros, en nombre de mi excelsa hija la reina doña Isabel II, he venido en decretar lo siguiente:
Artículo 1º. Quedan declarados en venta desde ahora todos los bienes raíces de cualquier clase que hubiesen pertenecido a las comunidades y corporaciones religiosas extinguidas y los demás que hayan sido adjudicados a la Nación por cualquier título o motivo.
Artículo 2º. Se exceptúan de esta medida general los edificios que el gobierno destine para el servicio público o para conservar monumentos de las artes, o para honrar la memoria de hazañas nacionales. El mismo gobierno publicará la lista de los edificios que con este objeto deben quedar excluidos de la venta pública.
Artículo 4º. Que todos los medios rústicos susceptibles de división, sin menoscabo de su valor, o sin graves dificultades para su propia venta, se distribuyan en el mayor número de partes o suertes que se pudiere.
Artículo 5º. Que estas suertes se pongan en venta con total separación, como si cada una hubiese compuesto una propiedad aislada.
En el Pardo a 19 de febrero de 1836. D. Juan Álvarez Mendizábal
Gazeta de Madrid , 21 de febrero de 1836.
1. El texto que se nos propone es un fragmento de documento jurídico de extraordinaria importancia: el Real Decreto de Desamortización de los bienes del clero regular, redactado por Mendizábal. Concretamente se nos presenta una parte del preámbulo del Real Decreto y cuatro artículos del mismo.
Se trata de una de las fuentes primarias más citadas del periodo convulso de la regencia de Mª Cristina, aprobada el 19 de febrero de 1836 y publicada dos días después en la Gazeta de Madrid, publicación que posteriormente derivaría en el actual BOE.
El texto es de temática jurídica y es de carácter público, siendo su destinatario la nación entera. está firmado por la reina regente Mª Cristina de Nápoles, madre de la reina Isabel II.
2. Se trataba de conseguir, con la puesta en vigor de este decreto, la desvinculación de los bienes de la Iglesia que estaban amortizados y volverlos a poner en circulación de nuevo, medida que reflejaba los principios económicos de la revolución liberal burguesa.
El propósito de
la desamortización de Mendizábal queda expuesto en el fragmento del
preámbulo que se nos propone. Por una parte se veía obligado a
afrontar una Deuda Pública que estaba asfixiando al Estado
(hasta el punto que se corría el riesgo real de que no se le
concediesen más créditos al Estado con lo que se tendrían serias
dificultades para financiar la guerra) y, por otra, se quería poner
fin a las estructuras del Antiguo Régimen entregando, como dice, “al
interés individual la masa de bienes raíces”, es decir,
desamortizando el suelo, a fin de sacar de ellos “las
ventajas que no podrían conseguirse por entero en su actual estado”,
es decir, aumentando su productividad.
En efecto, el objeto de la desamortización viene expresado en el primer artículo, en el que se indica que se trata de los bienes raíces eclesiásticos de cualquier clase, es decir, fincas urbanas o rurales, ya fueren tierras o inmuebles de otro tipo. De ahí que se la denomine habitualmente como “desamortización eclesiástica de Mendizábal”.
En el artículo 2 se exime de la desamortización aquellos bienes del clero regular que por interés público deban conservarse prohibiéndose su venta pública.
En los artículos 4 y 5 se hace referencia a la posibilidad de dividir las fincas en lotes más pequeños para facilitar su posible venta siempre que no se redujese su valor.
3. La situación en España era muy preocupante. La revolución liberal luchaba por abrirse paso en medio de enormes dificultades de todo tipo. Nos encontramos en un país con una economía débil y endeudada, sufriendo la ausencia de los ingresos por la reciente emancipación de las colonias americanas y dependiente de una agricultura escasamente modernizada y con unos bajísimos rendimientos.
La población campesina,
que es una gran parte de la población española, vive en una pobreza
enquistada fruto, además, del problema de la propiedad de la tierra:
los campesinos en su mayoría son jornaleros o arrendatarios.
Finalmente, la amenaza se cierne sobre el Estado liberal bajo la forma de una guerra civil, la Guerra Carlista. Esta Guerra suponía un doble lastre: no solo amenazaba con volver a la España del Antiguo Régimen, sino que además suponía un gasto que el Estado difícilmente podía permitirse.
Cuando tras el pronunciamiento de los sargentos de la Granja, Mª Cristina se ve obligada a entregar el Gobierno a los progresistas, Mendizábal será nombrado ministro de Hacienda y aprovechará para poner en marcha la desamortización eclesiástica a que se refiere el documento que nos ocupa.
El proceso desamortizador tuvo algunos antecedentes ya en el reinado de Carlos IV (1798) y durante el gobierno de las Cortes de Cádiz entre 1811 y 1813 y el Trienio Liberal (1820-1823). Pero todas, la desamortización más importante fue la llevada a cabo por Mendizábal, que se complementará años más tarde con la Desamortización General de Madoz, en 1855.
El proceso desamortizador se acompañó de otro: la expropiación por parte del Estado de los bienes desamortizados. Así, el proceso desamortizador sirvió no solo para poner en circulación dichos bienes sino también para enjugar el déficit del Estado y amortizar la Deuda Pública.
Además con la desamortización se pretendieron otros objetivos que no por no aparecer en el texto fueron menos importante, cuales fueron el ampliar la base social del liberalismo, obtener fondos para financiar la guerra carlista y asestar un golpe maestro a los poderes fácticos de la España del momento: la Iglesia y la nobleza.
Aunque con la desamortización de Mendizábal aumentó ligeramente la producción del campo español, dicho aumento se debió más al aumento de la superficie cultivada (se pusieron en labor campos anteriormente en estado de abandono) que a una modernización de las técnicas agrícolas, modernización que ciertamente no llegó. Y ello se debió sobre todo a que las tierras se sacaron a subasta pública y, por tanto, solo pudieron ser adquiridas o bien por campesinos que ya eran propietarios o por otros, generalmente burgueses, que solo buscaban en la tierra un valor seguro. En cualquier caso, no sirvió para resolver el problema de la propiedad de la tierra, sino que antes bien se consolidó la estructura latifundista del centro y sur de España. Se priorizó la consecución de ingresos para la necesitada hacienda pública antes que la solución del gravísimo problema social del campo español.`
COMENTARIO GRÁFICA DE LAS DESAMORTIZACIONES
1. El documento en
cuestión consiste en una gráfica de barras en la que se
representan los bienes civiles y eclesiásticos desamortizados por
Mendizábal y Madoz cuando ocupaban el ministerio en los años 1836 y
1855 respectivamente. Es una fuente secundaria sin que sepamos
quién o quienes son los autores, y la temática es económica.
2. En esta gráfica se
observan 4 etapas diferentes:
a) un primer período (1836-1844)
que se corresponde con la aprobación de la Ley de Desamortización
de Mendizábal (1836) y los años inmediatamente posteriores a su
entrada en vigor. En estos años la expropiación de bienes
eclesiásticos es muy alta, llegando el valor de las propiedades a
3.400 millones de reales de vellón. Por el contrario, los bienes
civiles representan un escaso valor no superando los 100 millones de
reales. Este hecho nos demuestra que Mendizábal se propuso
desvincular especialmente las propiedades de la Iglesia y con los
ingresos obtenidos de su subasta pública financiar la guerra
carlista, disminuir la deuda pública y atraerse a las filas
isabelinas a los compradores de esas propiedades religiosas.
b) Un segundo período (1845-54)
en el que con claridad se interrumpe ese proceso; las fincas
eclesiásticas expropiadas y vendidas apenas suponen 200 millones de
reales de vellón siendo las propiedades civiles irrelevantes (50
millones). Esta parálisis del proceso desamortizador está
relacionado con el cambio de gobierno tras el fin de la regencia de
Espartero y la subida al poder de los moderados. Una de las primeras
medidas que tomaron fue detener la expropiación y venta de los
bienes eclesiásticos ya que esto perjudicaba los intereses de la
Iglesia y en su programa político el moderantismo defendió el poder
y la influencia de la institución eclesiástica en todas las esferas
del país.
c) El tercer período (1855-56)
se corresponde con un nuevo cambio de gobierno; en este caso es el
partido progresista el que sube al poder tras la Vicalvarada y en
1855 su ministro de Hacienda, Pascual Madoz publica la Ley
General de Desamortización por la cual se ponen en subasta todos
los bienes civiles de propios y comunales propiedad sobre todo de los
municipios. Por eso en esta 2ª desamortización serán las
propiedades civiles las que superen con creces a las eclesiásticas
en su valor pecuniario. En esta etapa las expropiaciones civiles
llegan a 500 millones de reales y las eclesiásticas a 450 millones.
También la desamortización de Madoz afectó a bienes de la Iglesia
que aún no habían sido desvinculados. La finalidad de esta ley era
favorecer el desarrollo industrial del país subvencionando a las
compañías que invirtieran en la construcción de la red
ferroviaria.
d) El último período (1856-67)
coincide con un nuevo gobierno, de carácter moderado (Unión Liberal
y posteriores gobiernos moderados). Estos años son los de verdadera
aplicación de la Ley de Madoz por lo que se multiplican los bienes
expropiados llegando los de los ayuntamientos a 2.800 millones de
reales y los eclesiásticos a 1.300 millones; no tuvo objeciones los
diferentes gobiernos moderados en aplicar esta ley puesto que
afectaba principalmente a las propiedades civiles y menos a las
eclesiásticas.
3. En síntesis, la labor
desamortizadora llevada a cabo por lo distintos gobiernos liberales
durante los años centrales del siglo XIX afectó más en conjunto a
los bienes eclesiásticos que a los civiles. Esto nos demuestra la
enorme riqueza e importancia que la Iglesia tenía en la España del
siglo XIX, mucho mayor que la de los municipios.
El liberalismo español
pensaba que con la desvinculación de las propiedades en “manos
muertas” y su salida al mercado los nuevos compradores
invertirían y mejorarían los rendimientos de sus fincas propiciando
el desarrollo económico del país. Por otro lado también se quería
que el pequeño campesino accediera a la propiedad de esas tierras,
produciéndose así una reforma agraria que mejorase las condiciones
de vida del campesinado en general. Pero nada de esto ocurrió. Los
nuevos propietarios fueron casi siempre burgueses
que no explotaban directamente sus fincas y que no invirtieron en su
mejora. A lo sumo se generó un aumento de la superficie cultivada
pero no de los rendimientos, ya que gran parte de las propiedades de
la Iglesia y ayuntamientos estaban ocupadas por monte bajo y bosques
que fueron roturados y puestos en cultivo. Además, los campesinos no
pudieron comprar unas fincas subastadas libremente en el mercado que
fueron adquiridas en muchos casos por especuladores o burgueses
urbanos (funcionarios, militares, profesionales liberales) ajenos al
mundo rural y que lo que pretendían eran ganar dinero rápido y de
manera fácil. Por otro lado los campesinos vieron perjudicado su
situación económica al no poder aprovecharse del uso de las
propiedades comunales de los ayuntamientos que tras la
desamortización de Madoz fueron privatizadas. Muchos de ellos
sufrieron un proceso de proletarización que los
convirtió en jornaleros trabajando por un salario en las fincas de
los nuevos compradores. Esto provocará en años posteriores
numerosas revueltas campesinas con ocupaciones de fincas, quema de
cosechas, matanzas de ganado, robos, destrucciones de los registros
de propiedad, etc. que demuestran el enorme descontento que la
reforma agraria liberal generó entre el campesinado español.
A modo de conclusión,
las desamortizaciones beneficiaron a la clase burguesa, ayudó a
afianzar el liberalismo en España, fracasó como intento de reforma
agraria agravando las desigualdades sociales en el campo, no resolvió
los problemas de escasa productividad y atraso del campo español y
tampoco ayudó al despegue industrial puesto que la agricultura no
demandó maquinaria agrícola ni tampoco elevó el poder adquisitivo
del campesinado español que permitiría el surgimiento de un mercado
nacional que demandase productos industriales.
martes, 11 de noviembre de 2014
CONSTITUCIONES
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1. El Estatuto de Bayona de 1808
2. La Constitución de Cádiz de 1812 (Vigencia: desde 1812 hasta 1814; desde 1820 hasta 1823 y desde 1836 hasta 1837)
3. El Estatuto Real de 1834
4. La Constitución de 1837 (Vigencia: desde1837 hasta 1845)
5. La Constitución de 1845 (Vigencia: desde 1845 hasta 1868 )
6. La Constitución Nonata de 1856
7. La Constitución de 1869 (Vigencia: desde 1869 hasta 1873)
8. La Constitución de 1873 . La Primera República (no promulgada)
9. La Constitución de 1876. La Restauración (Vigencia: desde 1876 hasta 1923)
10. La Constitución de 1931. La Segunda República Española (Vigencia: desde 1931 hasta 1939)
11. La Constitución de 1978 (vigente)
Fuente: http://historiasegundobachilleratoandalucia.blogspot.com.es
1. El Estatuto de Bayona de 1808
2. La Constitución de Cádiz de 1812 (Vigencia: desde 1812 hasta 1814; desde 1820 hasta 1823 y desde 1836 hasta 1837)
3. El Estatuto Real de 1834
4. La Constitución de 1837 (Vigencia: desde1837 hasta 1845)
5. La Constitución de 1845 (Vigencia: desde 1845 hasta 1868 )
6. La Constitución Nonata de 1856
7. La Constitución de 1869 (Vigencia: desde 1869 hasta 1873)
8. La Constitución de 1873 . La Primera República (no promulgada)
9. La Constitución de 1876. La Restauración (Vigencia: desde 1876 hasta 1923)
10. La Constitución de 1931. La Segunda República Española (Vigencia: desde 1931 hasta 1939)
11. La Constitución de 1978 (vigente)
Fuente: http://historiasegundobachilleratoandalucia.blogspot.com.es
EXÁMENES DE SELECTIVIDAD 2001-2002/2013-2014
Junio
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Septiembre
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Conjuntos de pruebas
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2013-2014
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2012-2013
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2011-2012
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2010-2011
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2009-2010
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2008-2009
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2007-2008
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2006-2007
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2005-2006
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2004-2005
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2003-2004
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2002-2003
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2001-2002
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jueves, 6 de noviembre de 2014
TEXTOS TRANSICIÓN
EL
FINAL DE LA DICTADURA.
El
último año de la dictadura [ ... ] fue
convulso. El sistema residía dando manotazos a diestro y siniestro.
La oposición democrática unida le disputaba al régimen sus
plataformas internacionales; las universidades fueron cerradas;
Hassan II de Marruecos iniciaba su exitosa ofensiva sobre el Sahara
español; el Ejército y la sociedad sufrían el impacto de las
primeras detenciones de un grupo de oficiales democráticos, la UMD;
se declaraba el estado de excepción en Guipúzcoa y Vizcaya; no
había una semana sin una publicación sancionada o clausurada; los
conflictos con la Iglesia bordeaban la crisis de Estado, y ante la
radicalización de algunos grupos políticos que se inclinaban hacia
el terrorismo indiscriminado ETA y FRAP el sistema
respondía a la brava, con procesos políticos que terminarían con
el fusilamiento de cinco militantes. Por si esto fuera poco habían
de pasar dos crisis gubernamentales provocadas por la dimisión del
ministro de Trabajo, Licinio de la Fuente, y por la muerte en
accidente de Herrero de Tejedor, ministro secretario del Movimiento
Nacional.
Morán,
Gregorio (1991): El precio de la transición, Barcelona, Planeta,
p. 44.
El
espíritu de la izquierda antes de iniciarse la agonía del dictador
estaba impregnado de entusiasmo. El PCE, la máxima fuerza organizada
de la clandestinidad, imprimía carácter e influía de manera
importante en el conjunto de la oposición. Santiago Carrillo, su
secretario general, se había consagrado como la figura política más
brillante y con más prometedor futuro de los enemigos del régimen [
... ] había preparado al partido para los momentos que se
avecinaban. Un ejército no muy numeroso, como es lógico en
condiciones de ilegalidad, pero activísimo y prestigioso. El PCE
había celebrado uno a modo de congreso su II Conferencia
en el norte de Francia, durante el verano de 1975, en el que se
habían concretado las necesidades [ ... ] Se incorporaron a la
dirección figuras procedentes del izquierdismo catalanista
como Jordi Solé Tura, [...] y católicos militantes como Alfonso
Carlos Comín. Ambos pertenecientes al grupo de amplio espectro y
escasa militancia denominado «Bandera Roja». También se captaron
[...] personalidades como Ramón Tamames [ ... ]
Las
dos principales tareas encomendadas al movimiento obrero para el
momento en que la crisis de la dictadura tocara fondo consistían en
«ocupar los sindicatos verticales» y «asaltar las cárceles para
liberar a los presos políticos».
Morán,
Gregorio (1991): El precio de
la transición, Barcelona, Planeta, p. 59.
(11
de febrero de 1976) Recoge unas palabras de Carlos Arias en una
reunión mixta Consejo Nacional y Gobierno.
Pues
bien; sí. Es cierto. Yo lo que deseo es continuar el franquismo. Y
mientras esté aquí o actúe en la vida pública no seré sino un
estricto continuador del franquismo en todos sus aspectos y lucharé
contra los enemigos de España que han empezado a asomar su cabeza y
son una minoría agazapada y clandestina en el país [ ... ]
Fue
algo alucinante. ¿Qué teme este hombre? ¿A quién teme? ¿Qué
secretos hay aquí que condicionan al presidente y le convierten de
golpe en errático, inseguro y cambiante? ¿Le queda ancho el traje?
¿Existe contra él una acusación que ignoramos? ¿Los militares
«ultras» lo amenazan? ¿Tiene miedo a Girón, a Miguel Primo y a
Fueyo?. Mal empieza la reforma. 0 acabamos en golpe de Estado de la
derecha. O la marea revolucionaria acaba con todo.
(1
de julio, jueves, de 1976) Cese de Carlos Arias Navarro.
[
... ] Su talla de gobernante era cuestionable; su autoridad nula. No
conocía a fondo los problemas políticos, económicos ni sociales
del país. Su experiencia era esencialmente policíaca y represiva.
Su pasión, los servicios secretos. Su camarilla era de escaso
relieve y de ninguna proyección en la vida nacional. En materia
internacional, su indiferencia y desconocimiento rayaban en lo
extremo [ ... ]
Areilza,
J.M. de (1977): Diario de un ministro de la monarquía.
Barcelona, Planeta, p. 124 y 216.
La resistencia del
«búnker» a toda reforma política, por tímida que fuese, fue
evidente a todo lo largo de 1976 y 1977. Arias creyó conveniente
evitar una confrontación directa con el franquismo más ortodoxo.
Prefirió asegurarse su neutralidad mediante una política de
conciliación y concesiones. El resultado fue el que cabía esperar y
el que muchos anticiparon: la reforma Arias resultó inaceptable para
la oposición democrática y no llegó a ser mínimamente
satisfactoria para el «búnker» [ ... ] Cogido entre la ofensiva
del «búnker» y el rechazo de la oposición, Arias acabó vencido
por sus dudas, sus ambigüedades y su suspicacia. Era demasiado leal
al pasado franquista y al recuerdo de Franco como para realizar la
reforma que, a largo plazo, acabaría con el franquismo. Desconfiaba
de sus ministros. Acabó por distanciarse del propio Rey [ ... ] El
balance del gobierno Arias era negativo. La «descomposición del
franquismo» [ ... ], a lo largo de los seis meses transcurridos
desde la muerte era evidente [ ... ] Pero constitucionalmente, se
había avanzado muy poco. Continuaban las Cortes de 1971. El
Movimiento seguía en pie, al igual que los Sindicatos oficiales. Los
Consejos de Estado y del Reino seguían siendo inexpugnables reductos
franquistas. La reforma constitucional parecía estancada desde el 9
de junio. El camino de realizarla a través de las Cortes parecía
cerrado.
Carr,
R. y Fusi, J.P., (1979): España, de la dictadura a la
democracia, Barcelona, Planeta, p. 272 y 280.
Contra
todo lo previsto y anticipado, el Rey designó como nuevo jefe del
Gobierno no a Areilza, sino a Adolfo Suárez [... ] El nombramiento
de Suárez supuso, así, una gran sorpresa y una gran decepción [
... ]
Y sin embargo,
Suárez era, por su juventud, disponibilidad y ambición, el hombre
que el hábil e inteligente Fernández Miranda pensó que
respondía mejor al perfil del político que el Rey quería poner al
frente de su Gobierno para impulsar la reforma[ ... ] Once meses
después de su nombramiento, Adolfo Suárez convocaba las primeras
elecciones libres celebradas en España desde 1936; el Parlamento así
elegido elaboró y aprobó, ya en 1978, una Constitución plenamente
democrática [ ... ]
El dinamismo y la
determinación del Gobierno más la gran capacidad de seducción
personal que Adolfo Suárez resultó poseer y acertó a desplegar
cambiaron en muy poco tiempo el clima político del país [ ... ] El
8 de diciembre [1976] se reunió con todos los altos jefes militares
del país para explicarles la reforma y solicitar su apoyo por
razones patrióticas. El Ejército, por lealtad al Rey, dio luz verde
al proceso [ ... ]
El proceso de
reforma hacia la democracia distó mucho de ser un proceso lineal y
fácil. Existieron desde luego graves factores de desestabilización
[ ... ] En el País Vasco, donde la herencia del franquismo había
sido particularmente negativa y difícil, la demanda de amnistía
(unos 400 presos vascos a la muerte de Franco; 150 en noviembre de
1976, después de la amnistía de Suárez) se convirtió en un
problema político y social de gran magnitud que, en momentos,
amenazó todo el proceso democrático [ ... ]
El
terrorismo de ETA, que pareció remitir durante la primavera y verano
de 1976 [...] reapareció en otoño
[...] En Cataluña no hubo violencia, pero el
sentimiento nacionalista era igualmente amplísimo [ ... ]
Suárez hubo de
mantener, además, un sutil y decisivo pulso político con la
oposición democrática [ ... ] que exigía un programa prácticamente
inaceptable para Suárez, pues incluía la formación inmediata de un
Gobierno democrático, la derogación fulminante de toda la
legislación franquista y apertura de un proceso constituyente [ ...
] La “ruptura” la aspiración histórica de la oposición a lo
largo de numerosos años de resistencia antifranquista, quedaba
descartada [ ... ]
Las dudas que
pudieran quedar se disiparon con el referéndum del 15 de diciembre
de 1976. El electorado aprobó mayoritariamente la Ley para la
Reforma Política.
Fusi
Aizpúrua, Juan Pablo (1995): «La reforma Suárez», Memoria de
la Transición, Madrid, El País, p. 109 111.
La Constitución
española de 1978 [ ... ] tiene como principios fundamentales que la
forman el Estado social y democrático de Derecho, la Monarquía
parlamentaria y el Estado autonómico.
Reconoce ampliamente
y ampara las libertades fundamentales, fija la mayoría de edad
a los dieciocho años, abole la pena de muerte, no reconoce ninguna
religión estatal, aunque tiene en cuenta el peso de la religión
católica en España y, junto a los derechos políticos más
tradicionales, incorpora un catálogo de derechos sociales, que
suponen una apuesta por el Estado del bienestar
[ ... ] se
garantiza la propiedad privada y se acepta el mercado como el
regulador principal de la vida económica [ ... ]
La Constitución
contempla la clásica división de poderes. Reconoce en las Cortes,
formadas por el Congreso de los Diputados y el Senado, el órgano
supremo de la soberanía popular y la manifestación del poder
legislativo. La actividad del Parlamento se desarrolla básicamente
en tres frentes: ejerce la potestad legislativa del Estado [ ...
] y la iniciativa legislativa proponiendo proyectos de ley, aprueba
los presupuestos del Estado y controla la política del Gobierno.
El Gobierno ostenta
el poder ejecutivo, dirige las administraciones civil y militar
y conduce la política Interior y exterior [ ... ]
El Rey es el Jefe
del Estado y tiene como misión destacada ejercer la función de
arbitro entre los distintos poderes.
Abandonando el
anterior centralismo, se configura el Estado de las Autonomías,
estableciendo los distintos procedimientos para su conformación y
una escala de competencias para ser asumidas en cada caso. La
generalización del sistema autonómico ha dado lugar a la creación
de diecisiete Comunidades Autónomas.
REDERO
SAN ROMÁN, M. (1994): La Transición española. Cuadernos del
Mundo Contemporáneo, núm. 72 p. 26.
El regionalismo
español, que en la mayoría de las regiones y provincias no tuvo
traducción política significativa hasta prácticamente los años
1975 80, era un regionalismo integrado, un sentimiento de
identidad local casi natural y espontáneo, perfectamente compatible
con la extensión de los sentimientos nacionales de españolidad
comunes al país. La aparición de movimientos nacionalistas en
Cataluña y País Vasco, primero y en Galicia, después, fue por eso,
un hecho histórico distinto [ ... ]
El
fundamento último de los nacionalismos catalán, vasco y gallego fue
la existencia en aquellos territorios de elementos lingüísticos,
históricos, culturales, etnográficos e
institucionales particulares.
[ ... ] la nueva
Constitución democrática española, de 6 de diciembre de 1978, creó
lo que pronto vino a denominarse como el Estado de la Autonomías:
entre ese año y 1983 se constituyeron un total de diecisiete
comunidades autónomas [...]
La Constitución de
1978 quiso Integrar tres realidades: España, la nación española,
las nacionalidades, territorios que veían su pasado y su cultura
como constitutivos de una identidad nacional propia; las regiones,
entidades territoriales supraprovinciales dotadas igualmente, de un
pasado y de una personalidad singulares. La historia parecía avalar
todas y cada una de esas realidades: de ahí las numerosas alusiones
históricas que aquella Constitución contenía.
Fusi
Aizpurúa, J.P. (1992): “De las aspiraciones
históricas al Estado de las Autonomías”. Historia 16. núm. 200,
p. 26-31.
A comienzos de 1979
la economía española se encontraba en un compás de espera [ ... ]
Sin embargo, las cosas cambian radicalmente en el curso de 1979: la
segunda crisis del petróleo [ ... ] El nuevo encarecimiento de la
energía provocó en los países importadores, como España, unos
efectos similares, en cuanto a su planteamiento general, a los
descritos en el episodio de 1974
[ ... ] El shock
petrolífero dejó al descubierto que muchos sectores,
particularmente industriales, no podrían ser competitivos sin una
profunda transformación que modificase sus procesos o reorientase
sus producciones, para acomodarse a las nuevas condiciones de los
mercados internacionales.
[
... ] Precisamente porque en esta etapa que va de 1979 a 1982 la
crisis se encuentra en su estado más puro, podemos localizar en ello
los elementos que mejor la definen. La crisis es esencialmente una
crisis industrial y por eso las reducidas
tasas de expansión de la renta se corresponden perfectamente con un
estancamiento de la producción industrial. En cambio, el sector
servicios mantiene una modesta pero continua progresión [ ... ] El
peso del sector primario es tan reducido, en todo caso, que ni
siquiera cuando sus tasas de crecimiento o contracción rondan un
espectacular 10 por 100, como en 1980 y 1981, respectivamente, se
altera gran cosa la senda de la evolución de la renta.
Serrano
Sanz, ].M. (1994): «Crisis económica y transición
política», Ayer, núm. 15, p. 152 156.
La reforma que
impulsó Gutiérrez Mellado era amplia, generosa, estaba diseñada a
largo plazo e iba al fondo de los problemas seculares de nuestras
Fuerza Armadas. Suponía el rejuvenecimiento de los cuadros de mando,
la reducción de plantillas, la subida de sueldos, la reorganización
del despliegue, la renovación del armamento y del material, etc. Era
una reforma de corte profesional [ ... ]
El eje de la reforma
estribaba en la retirada total de los militares de la administración
del Estado, de las administraciones locales, de la actividad
empresarial o profesional y, por supuesto, de la política, para
dedicarse exclusivamente a la vida militar[ ... ]
Las grandes
dificultades, especialmente el terrorismo que asesinó a altos mandos
militares para provocar la intervención del Ejército, unidas a
algunos errores que cometió en materias tan delicadas como los
ascensos a generalato o a la comunicación con sus subordinados,
fueron aprovechadas para forzar la salida de Gutiérrez Mellado [ ...
]
Fue Alberto Oliart,
ministro de Defensa con Calvo Sotelo, a partir del 23 de febrero de
1981, quien aportó a la reforma militar la base material de la que
carecía, haciendo aprobar con el consenso de todas las fuerzas
políticas la Ley de Dotaciones Presupuestarias para las Fuerzas
Armadas, que garantizaba un crecimiento en términos reales de la
parte del presupuesto de Defensa dedicada a gastos en armamento y
material para el resto de la década. Esta ley ha sido desde entonces
el verdadero motor de la reforma, unida a la entrada de España en la
OTAN, que ha proporcionado a las Fuerzas Armadas españolas el
entorno internacional adecuado para servir de horizonte al proceso de
modernización en marcha.
Rodrigo,
F.(1985): «Las Fuerzas Armadas y la transición»,
Revista de Occidente, núm. 54, p. 63 65
El
malestar de los cuarteles hizo nacer, en 1978, la primera
conspiración importante. El general Torres Rojas, Jefe de la
División Acorazada, comunicó a sus oficiales que la unidad vengaría
cualquier asesinato de sus hombres y encabezó los preparativos de un
golpe destinado a llevar al poder al general Vega Rodríguez. La
situación acabó filtrándose a la prensa y, en enero de 1980, [ ...
] Tejero, que en junio de 1980, aceptó la
sugerencia de un ayudante del general Milans del Bosch para preparar
la ocupación del Congreso de los Diputados [ ... ] reflexionaba
sobre el pronunciamiento de Primo de Rivera [ ... ]
Con referencias
menos históricas, el coronel San Martín, Jefe del estado mayor de
la División Acorazada, creía más útiles los procedimientos del
general Kenan Evren [ ... ]
Por su parte, una
dilatada permanencia en la Casa Real y el conocimiento personal de
muchos políticos marcaban las reflexiones del general de división
Alfonso Armada, [...] Para él, el sistema político español
precisaba renovarse, como sucedió con la decrépita democracia de la
IV República francesa También España necesitaba un De Gaulle.
[ ... ] Cuando
dimitió Suárez como presidente del Gobierno y de la UCD, muchos
ultras lo interpretaron como el final del sistema democrático. Según
ellos, se había producido un vacío de poder que debía llenar la
Corona [ .. ]
La reunión del
Gobierno y de los diputados en el palacio del Congreso era la ocasión
esperada por los golpistas, que decidieron llevar a cabo su operación
el día 23 de febrero.
Cardona,
G. (1995): «La España del 23 F», Cuadernos del
Mundo Actual, núm. 83, p. 10 14.
El terrorismo ha
sido, en muchos momentos de este decisivo lustro [1975-1980], el
principal problema que España ha tenido que afrontar. En muchas
ocasiones ha sido la preocupación más agobiante para nuestros
gobernantes. Ha ocupado demasiadas veces los titulares más
destacados de nuestros medios informativos. Y ha sido, desde que
alborea aquí la democracia, el arma y el pretexto predilectos de los
que han intentado el fracaso de este enésimo intento de convivencia
pluralista en libertad.
Los últimos años
del franquismo están ya marcados por la presencia del terrorismo y,
en concreto, por el terrorismo de ETA. La organización vasca [ ... ]
ha optado por la «lucha armada». ETA publica en junio de 1964 un
folleto que lleva como título La Insurrección en Euskadi [ ... ]
Siguiendo las ideas expuestas por Federico Krutwig en Vasconia [ ...
] ETA adopta una línea «tercermundista» que tiene como eje una
«guerra revolucionaria» entendida como «un conjunto de acciones de
toda naturaleza (políticas, sociales, económicas, psicológicas,
armadas, etc.) que tiende al derrocamiento del poder.
[
... ]
El terrorismo en
España, por otra parte, no se limita a ETA [ ... ] en 1974 se
proclama el FRAP (Frente Revolucionario Antifascista Patriótico) en
el que se integran varios grupos marxistas leninistas [ ... ]
sus acciones no son cuidadosamente preparadas ni están relacionadas
con determinados elementos de las FOP, sino que van dirigidas contra
cualquier persona uniformada [ ... ]
Los Grupos de
Resistencia Antifascistas Primero de Octubre o GRAPO [I de octubre de
1975] se convirtieron en uno de los más extraños enigmas de la
España democrática. Sus atentados siempre coincidieron [ ... ] con
momentos de progreso en la vía de la democratización
[
... ] La policía, por otra parte, anunció varías veces la total
desarticulación del GRAPO, pero una y otra vez renacía de sus
cenizas.
Muñoz
Alonso, Alejandro (1982): El terrorismo en España,
Barcelona, Planeta, p. 9, 14, 34, 65.
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