EL
FINAL DE LA DICTADURA.
El
último año de la dictadura [ ... ] fue
convulso. El sistema residía dando manotazos a diestro y siniestro.
La oposición democrática unida le disputaba al régimen sus
plataformas internacionales; las universidades fueron cerradas;
Hassan II de Marruecos iniciaba su exitosa ofensiva sobre el Sahara
español; el Ejército y la sociedad sufrían el impacto de las
primeras detenciones de un grupo de oficiales democráticos, la UMD;
se declaraba el estado de excepción en Guipúzcoa y Vizcaya; no
había una semana sin una publicación sancionada o clausurada; los
conflictos con la Iglesia bordeaban la crisis de Estado, y ante la
radicalización de algunos grupos políticos que se inclinaban hacia
el terrorismo indiscriminado ETA y FRAP el sistema
respondía a la brava, con procesos políticos que terminarían con
el fusilamiento de cinco militantes. Por si esto fuera poco habían
de pasar dos crisis gubernamentales provocadas por la dimisión del
ministro de Trabajo, Licinio de la Fuente, y por la muerte en
accidente de Herrero de Tejedor, ministro secretario del Movimiento
Nacional.
Morán,
Gregorio (1991): El precio de la transición, Barcelona, Planeta,
p. 44.
El
espíritu de la izquierda antes de iniciarse la agonía del dictador
estaba impregnado de entusiasmo. El PCE, la máxima fuerza organizada
de la clandestinidad, imprimía carácter e influía de manera
importante en el conjunto de la oposición. Santiago Carrillo, su
secretario general, se había consagrado como la figura política más
brillante y con más prometedor futuro de los enemigos del régimen [
... ] había preparado al partido para los momentos que se
avecinaban. Un ejército no muy numeroso, como es lógico en
condiciones de ilegalidad, pero activísimo y prestigioso. El PCE
había celebrado uno a modo de congreso su II Conferencia
en el norte de Francia, durante el verano de 1975, en el que se
habían concretado las necesidades [ ... ] Se incorporaron a la
dirección figuras procedentes del izquierdismo catalanista
como Jordi Solé Tura, [...] y católicos militantes como Alfonso
Carlos Comín. Ambos pertenecientes al grupo de amplio espectro y
escasa militancia denominado «Bandera Roja». También se captaron
[...] personalidades como Ramón Tamames [ ... ]
Las
dos principales tareas encomendadas al movimiento obrero para el
momento en que la crisis de la dictadura tocara fondo consistían en
«ocupar los sindicatos verticales» y «asaltar las cárceles para
liberar a los presos políticos».
Morán,
Gregorio (1991): El precio de
la transición, Barcelona, Planeta, p. 59.
(11
de febrero de 1976) Recoge unas palabras de Carlos Arias en una
reunión mixta Consejo Nacional y Gobierno.
Pues
bien; sí. Es cierto. Yo lo que deseo es continuar el franquismo. Y
mientras esté aquí o actúe en la vida pública no seré sino un
estricto continuador del franquismo en todos sus aspectos y lucharé
contra los enemigos de España que han empezado a asomar su cabeza y
son una minoría agazapada y clandestina en el país [ ... ]
Fue
algo alucinante. ¿Qué teme este hombre? ¿A quién teme? ¿Qué
secretos hay aquí que condicionan al presidente y le convierten de
golpe en errático, inseguro y cambiante? ¿Le queda ancho el traje?
¿Existe contra él una acusación que ignoramos? ¿Los militares
«ultras» lo amenazan? ¿Tiene miedo a Girón, a Miguel Primo y a
Fueyo?. Mal empieza la reforma. 0 acabamos en golpe de Estado de la
derecha. O la marea revolucionaria acaba con todo.
(1
de julio, jueves, de 1976) Cese de Carlos Arias Navarro.
[
... ] Su talla de gobernante era cuestionable; su autoridad nula. No
conocía a fondo los problemas políticos, económicos ni sociales
del país. Su experiencia era esencialmente policíaca y represiva.
Su pasión, los servicios secretos. Su camarilla era de escaso
relieve y de ninguna proyección en la vida nacional. En materia
internacional, su indiferencia y desconocimiento rayaban en lo
extremo [ ... ]
Areilza,
J.M. de (1977): Diario de un ministro de la monarquía.
Barcelona, Planeta, p. 124 y 216.
La resistencia del
«búnker» a toda reforma política, por tímida que fuese, fue
evidente a todo lo largo de 1976 y 1977. Arias creyó conveniente
evitar una confrontación directa con el franquismo más ortodoxo.
Prefirió asegurarse su neutralidad mediante una política de
conciliación y concesiones. El resultado fue el que cabía esperar y
el que muchos anticiparon: la reforma Arias resultó inaceptable para
la oposición democrática y no llegó a ser mínimamente
satisfactoria para el «búnker» [ ... ] Cogido entre la ofensiva
del «búnker» y el rechazo de la oposición, Arias acabó vencido
por sus dudas, sus ambigüedades y su suspicacia. Era demasiado leal
al pasado franquista y al recuerdo de Franco como para realizar la
reforma que, a largo plazo, acabaría con el franquismo. Desconfiaba
de sus ministros. Acabó por distanciarse del propio Rey [ ... ] El
balance del gobierno Arias era negativo. La «descomposición del
franquismo» [ ... ], a lo largo de los seis meses transcurridos
desde la muerte era evidente [ ... ] Pero constitucionalmente, se
había avanzado muy poco. Continuaban las Cortes de 1971. El
Movimiento seguía en pie, al igual que los Sindicatos oficiales. Los
Consejos de Estado y del Reino seguían siendo inexpugnables reductos
franquistas. La reforma constitucional parecía estancada desde el 9
de junio. El camino de realizarla a través de las Cortes parecía
cerrado.
Carr,
R. y Fusi, J.P., (1979): España, de la dictadura a la
democracia, Barcelona, Planeta, p. 272 y 280.
Contra
todo lo previsto y anticipado, el Rey designó como nuevo jefe del
Gobierno no a Areilza, sino a Adolfo Suárez [... ] El nombramiento
de Suárez supuso, así, una gran sorpresa y una gran decepción [
... ]
Y sin embargo,
Suárez era, por su juventud, disponibilidad y ambición, el hombre
que el hábil e inteligente Fernández Miranda pensó que
respondía mejor al perfil del político que el Rey quería poner al
frente de su Gobierno para impulsar la reforma[ ... ] Once meses
después de su nombramiento, Adolfo Suárez convocaba las primeras
elecciones libres celebradas en España desde 1936; el Parlamento así
elegido elaboró y aprobó, ya en 1978, una Constitución plenamente
democrática [ ... ]
El dinamismo y la
determinación del Gobierno más la gran capacidad de seducción
personal que Adolfo Suárez resultó poseer y acertó a desplegar
cambiaron en muy poco tiempo el clima político del país [ ... ] El
8 de diciembre [1976] se reunió con todos los altos jefes militares
del país para explicarles la reforma y solicitar su apoyo por
razones patrióticas. El Ejército, por lealtad al Rey, dio luz verde
al proceso [ ... ]
El proceso de
reforma hacia la democracia distó mucho de ser un proceso lineal y
fácil. Existieron desde luego graves factores de desestabilización
[ ... ] En el País Vasco, donde la herencia del franquismo había
sido particularmente negativa y difícil, la demanda de amnistía
(unos 400 presos vascos a la muerte de Franco; 150 en noviembre de
1976, después de la amnistía de Suárez) se convirtió en un
problema político y social de gran magnitud que, en momentos,
amenazó todo el proceso democrático [ ... ]
El
terrorismo de ETA, que pareció remitir durante la primavera y verano
de 1976 [...] reapareció en otoño
[...] En Cataluña no hubo violencia, pero el
sentimiento nacionalista era igualmente amplísimo [ ... ]
Suárez hubo de
mantener, además, un sutil y decisivo pulso político con la
oposición democrática [ ... ] que exigía un programa prácticamente
inaceptable para Suárez, pues incluía la formación inmediata de un
Gobierno democrático, la derogación fulminante de toda la
legislación franquista y apertura de un proceso constituyente [ ...
] La “ruptura” la aspiración histórica de la oposición a lo
largo de numerosos años de resistencia antifranquista, quedaba
descartada [ ... ]
Las dudas que
pudieran quedar se disiparon con el referéndum del 15 de diciembre
de 1976. El electorado aprobó mayoritariamente la Ley para la
Reforma Política.
Fusi
Aizpúrua, Juan Pablo (1995): «La reforma Suárez», Memoria de
la Transición, Madrid, El País, p. 109 111.
La Constitución
española de 1978 [ ... ] tiene como principios fundamentales que la
forman el Estado social y democrático de Derecho, la Monarquía
parlamentaria y el Estado autonómico.
Reconoce ampliamente
y ampara las libertades fundamentales, fija la mayoría de edad
a los dieciocho años, abole la pena de muerte, no reconoce ninguna
religión estatal, aunque tiene en cuenta el peso de la religión
católica en España y, junto a los derechos políticos más
tradicionales, incorpora un catálogo de derechos sociales, que
suponen una apuesta por el Estado del bienestar
[ ... ] se
garantiza la propiedad privada y se acepta el mercado como el
regulador principal de la vida económica [ ... ]
La Constitución
contempla la clásica división de poderes. Reconoce en las Cortes,
formadas por el Congreso de los Diputados y el Senado, el órgano
supremo de la soberanía popular y la manifestación del poder
legislativo. La actividad del Parlamento se desarrolla básicamente
en tres frentes: ejerce la potestad legislativa del Estado [ ...
] y la iniciativa legislativa proponiendo proyectos de ley, aprueba
los presupuestos del Estado y controla la política del Gobierno.
El Gobierno ostenta
el poder ejecutivo, dirige las administraciones civil y militar
y conduce la política Interior y exterior [ ... ]
El Rey es el Jefe
del Estado y tiene como misión destacada ejercer la función de
arbitro entre los distintos poderes.
Abandonando el
anterior centralismo, se configura el Estado de las Autonomías,
estableciendo los distintos procedimientos para su conformación y
una escala de competencias para ser asumidas en cada caso. La
generalización del sistema autonómico ha dado lugar a la creación
de diecisiete Comunidades Autónomas.
REDERO
SAN ROMÁN, M. (1994): La Transición española. Cuadernos del
Mundo Contemporáneo, núm. 72 p. 26.
El regionalismo
español, que en la mayoría de las regiones y provincias no tuvo
traducción política significativa hasta prácticamente los años
1975 80, era un regionalismo integrado, un sentimiento de
identidad local casi natural y espontáneo, perfectamente compatible
con la extensión de los sentimientos nacionales de españolidad
comunes al país. La aparición de movimientos nacionalistas en
Cataluña y País Vasco, primero y en Galicia, después, fue por eso,
un hecho histórico distinto [ ... ]
El
fundamento último de los nacionalismos catalán, vasco y gallego fue
la existencia en aquellos territorios de elementos lingüísticos,
históricos, culturales, etnográficos e
institucionales particulares.
[ ... ] la nueva
Constitución democrática española, de 6 de diciembre de 1978, creó
lo que pronto vino a denominarse como el Estado de la Autonomías:
entre ese año y 1983 se constituyeron un total de diecisiete
comunidades autónomas [...]
La Constitución de
1978 quiso Integrar tres realidades: España, la nación española,
las nacionalidades, territorios que veían su pasado y su cultura
como constitutivos de una identidad nacional propia; las regiones,
entidades territoriales supraprovinciales dotadas igualmente, de un
pasado y de una personalidad singulares. La historia parecía avalar
todas y cada una de esas realidades: de ahí las numerosas alusiones
históricas que aquella Constitución contenía.
Fusi
Aizpurúa, J.P. (1992): “De las aspiraciones
históricas al Estado de las Autonomías”. Historia 16. núm. 200,
p. 26-31.
A comienzos de 1979
la economía española se encontraba en un compás de espera [ ... ]
Sin embargo, las cosas cambian radicalmente en el curso de 1979: la
segunda crisis del petróleo [ ... ] El nuevo encarecimiento de la
energía provocó en los países importadores, como España, unos
efectos similares, en cuanto a su planteamiento general, a los
descritos en el episodio de 1974
[ ... ] El shock
petrolífero dejó al descubierto que muchos sectores,
particularmente industriales, no podrían ser competitivos sin una
profunda transformación que modificase sus procesos o reorientase
sus producciones, para acomodarse a las nuevas condiciones de los
mercados internacionales.
[
... ] Precisamente porque en esta etapa que va de 1979 a 1982 la
crisis se encuentra en su estado más puro, podemos localizar en ello
los elementos que mejor la definen. La crisis es esencialmente una
crisis industrial y por eso las reducidas
tasas de expansión de la renta se corresponden perfectamente con un
estancamiento de la producción industrial. En cambio, el sector
servicios mantiene una modesta pero continua progresión [ ... ] El
peso del sector primario es tan reducido, en todo caso, que ni
siquiera cuando sus tasas de crecimiento o contracción rondan un
espectacular 10 por 100, como en 1980 y 1981, respectivamente, se
altera gran cosa la senda de la evolución de la renta.
Serrano
Sanz, ].M. (1994): «Crisis económica y transición
política», Ayer, núm. 15, p. 152 156.
La reforma que
impulsó Gutiérrez Mellado era amplia, generosa, estaba diseñada a
largo plazo e iba al fondo de los problemas seculares de nuestras
Fuerza Armadas. Suponía el rejuvenecimiento de los cuadros de mando,
la reducción de plantillas, la subida de sueldos, la reorganización
del despliegue, la renovación del armamento y del material, etc. Era
una reforma de corte profesional [ ... ]
El eje de la reforma
estribaba en la retirada total de los militares de la administración
del Estado, de las administraciones locales, de la actividad
empresarial o profesional y, por supuesto, de la política, para
dedicarse exclusivamente a la vida militar[ ... ]
Las grandes
dificultades, especialmente el terrorismo que asesinó a altos mandos
militares para provocar la intervención del Ejército, unidas a
algunos errores que cometió en materias tan delicadas como los
ascensos a generalato o a la comunicación con sus subordinados,
fueron aprovechadas para forzar la salida de Gutiérrez Mellado [ ...
]
Fue Alberto Oliart,
ministro de Defensa con Calvo Sotelo, a partir del 23 de febrero de
1981, quien aportó a la reforma militar la base material de la que
carecía, haciendo aprobar con el consenso de todas las fuerzas
políticas la Ley de Dotaciones Presupuestarias para las Fuerzas
Armadas, que garantizaba un crecimiento en términos reales de la
parte del presupuesto de Defensa dedicada a gastos en armamento y
material para el resto de la década. Esta ley ha sido desde entonces
el verdadero motor de la reforma, unida a la entrada de España en la
OTAN, que ha proporcionado a las Fuerzas Armadas españolas el
entorno internacional adecuado para servir de horizonte al proceso de
modernización en marcha.
Rodrigo,
F.(1985): «Las Fuerzas Armadas y la transición»,
Revista de Occidente, núm. 54, p. 63 65
El
malestar de los cuarteles hizo nacer, en 1978, la primera
conspiración importante. El general Torres Rojas, Jefe de la
División Acorazada, comunicó a sus oficiales que la unidad vengaría
cualquier asesinato de sus hombres y encabezó los preparativos de un
golpe destinado a llevar al poder al general Vega Rodríguez. La
situación acabó filtrándose a la prensa y, en enero de 1980, [ ...
] Tejero, que en junio de 1980, aceptó la
sugerencia de un ayudante del general Milans del Bosch para preparar
la ocupación del Congreso de los Diputados [ ... ] reflexionaba
sobre el pronunciamiento de Primo de Rivera [ ... ]
Con referencias
menos históricas, el coronel San Martín, Jefe del estado mayor de
la División Acorazada, creía más útiles los procedimientos del
general Kenan Evren [ ... ]
Por su parte, una
dilatada permanencia en la Casa Real y el conocimiento personal de
muchos políticos marcaban las reflexiones del general de división
Alfonso Armada, [...] Para él, el sistema político español
precisaba renovarse, como sucedió con la decrépita democracia de la
IV República francesa También España necesitaba un De Gaulle.
[ ... ] Cuando
dimitió Suárez como presidente del Gobierno y de la UCD, muchos
ultras lo interpretaron como el final del sistema democrático. Según
ellos, se había producido un vacío de poder que debía llenar la
Corona [ .. ]
La reunión del
Gobierno y de los diputados en el palacio del Congreso era la ocasión
esperada por los golpistas, que decidieron llevar a cabo su operación
el día 23 de febrero.
Cardona,
G. (1995): «La España del 23 F», Cuadernos del
Mundo Actual, núm. 83, p. 10 14.
El terrorismo ha
sido, en muchos momentos de este decisivo lustro [1975-1980], el
principal problema que España ha tenido que afrontar. En muchas
ocasiones ha sido la preocupación más agobiante para nuestros
gobernantes. Ha ocupado demasiadas veces los titulares más
destacados de nuestros medios informativos. Y ha sido, desde que
alborea aquí la democracia, el arma y el pretexto predilectos de los
que han intentado el fracaso de este enésimo intento de convivencia
pluralista en libertad.
Los últimos años
del franquismo están ya marcados por la presencia del terrorismo y,
en concreto, por el terrorismo de ETA. La organización vasca [ ... ]
ha optado por la «lucha armada». ETA publica en junio de 1964 un
folleto que lleva como título La Insurrección en Euskadi [ ... ]
Siguiendo las ideas expuestas por Federico Krutwig en Vasconia [ ...
] ETA adopta una línea «tercermundista» que tiene como eje una
«guerra revolucionaria» entendida como «un conjunto de acciones de
toda naturaleza (políticas, sociales, económicas, psicológicas,
armadas, etc.) que tiende al derrocamiento del poder.
[
... ]
El terrorismo en
España, por otra parte, no se limita a ETA [ ... ] en 1974 se
proclama el FRAP (Frente Revolucionario Antifascista Patriótico) en
el que se integran varios grupos marxistas leninistas [ ... ]
sus acciones no son cuidadosamente preparadas ni están relacionadas
con determinados elementos de las FOP, sino que van dirigidas contra
cualquier persona uniformada [ ... ]
Los Grupos de
Resistencia Antifascistas Primero de Octubre o GRAPO [I de octubre de
1975] se convirtieron en uno de los más extraños enigmas de la
España democrática. Sus atentados siempre coincidieron [ ... ] con
momentos de progreso en la vía de la democratización
[
... ] La policía, por otra parte, anunció varías veces la total
desarticulación del GRAPO, pero una y otra vez renacía de sus
cenizas.
Muñoz
Alonso, Alejandro (1982): El terrorismo en España,
Barcelona, Planeta, p. 9, 14, 34, 65.
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