Españoles: a cuantos sentís el santo amor a España, a los que en las filas del Ejército y la Armada habéis hecho profesión de fe en el servicio a la Patria, a cuantos jurasteis defenderla de sus enemigos hasta perder la vida, la nación os llama en su defensa. La situación de España es cada día más crítica, la anarquía reina en la mayoría de los campos y pueblos; autoridades de nombramiento gubernativo presiden, cuando no fomentan, las revueltas: a tiros de pistolas y ametralladoras se dirimen las diferencias entre los ciudadanos que alevosa y traidoramente asesinan sin que los poderes públicos impongan la paz y la justicia. […]
¿Es que se puede consentir un día más el vergonzoso espectáculo que estamos dando al mundo? […].
Españoles: ¡Viva España! ¡Viva el honrado pueblo español!
Tetuán, 17 de julio de 1936.
1. Nos encontramos ante un fragmento de la proclama del general Franco firmada en Tetuán el día 17 de julio de 1936. Por tanto es un documento de fuente primaria y de temática política. Está escrito por el general Francisco Franco, y es de carácter público siendo dirigido a la nación en general, y en especial a aquel sector de la población española que podía apoyar la sublevación: militares, clases altas y medias, católicos, propietarios, empresarios, etc.
El autor del documento es el general Francisco Franco. Nacido en 1898 en el Ferrol, se inicia su carrera militar combatiendo a los rifeños en el Protectorado, donde asciende rápidamente por méritos hasta llegar a ser general. Contrario a la proclamación de la República, no dudará sin embargo en colaborar con ella durante el bienio radical-cedista como Jefe de Estado Mayor. Dirigirá las operaciones militares durante el aplastamiento de la sublevación de los mineros asturianos en la revolución de octubre de 1934, siendo el máximo responsable de la extrema dureza empleada en la represión de estos hechos. A partir del triunfo del Frente Popular se integrará en la conspiración que dirige el general Mola, despertando las sospechas del gobierno de Casares Quiroga que lo destinará a Canarias. Desde allí se desplazará al Protectorado al iniciarse la sublevación el 17 de julio en el Marruecos español, para dirigir desde aquí las tropas legionarias y los tabores de regulares, soldados profesionales y de larga experiencia que marcarán la diferencia en la próxima Guerra Civil.
2. En este fragmento de la proclama de Franco cabe distinguir dos partes: una primera, al principio del texto, en la que el general intenta movilizar en apoyo a la sublevación a militares y a todos los sectores de la población "patriotas", preocupados por la deriva anárquica que la República tomaba a partir del triunfo del Frente Popular en febrero de 1936. En una segunda parte, Franco detalla ese "vergonzoso espectáculo" que el país está ofreciendo al mundo: anarquía, desorden, revueltas, tiros de pistolas y ametralladoras, asesinatos; en suma, enfrentamiento violento entre las clases populares y las clases altas y medias.
Además, el futuro generalísimo destaca otro aspecto muy inquietante y es el hecho de que las autoridades de la República se ven no solo desbordadas por la situación de desorden público sino que en ocasiones dirigen las propias revueltas.
3. Tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, el movimiento sindical liderado por UGT y la CNT se lanzó a una ofensiva para recuperar las posiciones perdidas durante el bienio derechista. Así, muchos labradores se lanzaron a ocupar fincas de las que años antes habían sido desalojados. Entre mayo y julio de 1936 se produjeron más de 200 huelgas agrarias. A estos sucesos en el campo español hace referencia Franco cuando habla de que "la anarquía reina en la mayoría de los campos y pueblos". Sin duda la opinión del capitán general de Canarias es crítica acerca de estas movilizaciones agrarias.
También hay que destacar que entre los meses de mayo a julio de 1936 se produce una oleada huelguística en Madrid, en especial en el sector de la construcción, que afectó a 100.000 trabajadores, y durante la cual en produjeron enfrentamientos armados entre ugertistas y cenetistas.
Además en España existía una extensión del terrorismo. Por un extremo los pistoleros falangistas encabezaron una serie de atentados para desestabilizar el régimen y crear un clima de alarma social. Por su parte, muchos militantes de izquierda respondieron a los atentados de extrema derecha tomando represalias violentas. Precisamente, en este contexto se produce el doble asesinato primero del teniente Castillo por militantes fascistas, respondido un día después con el del diputado de Renovación Española José Calvo Sotelo, realizado por extremistas de izquierdas y en el que participaron compañeros de la guardia de Asalto del teniente Castillo.
A todos estos hechos hace mención Franco cuando afirma que "a tiros de pistolas y ametralladoras se dirimen las diferencias entre los ciudadanos", haciendo especial responsable de estos sucesos al gobierno de la República, bien por incompetencia o por incluso fomentar las revueltas. Quizás el general haga referencia al asesinato reciente de Calvo Sotelo, donde participaron Guardias de Asalto gubernamentales.
Así pues, ante este "vergonzoso espectáculo que estamos dando al mundo", lo que deben hacer para Franco los verdaderos patriotas es sublevarse contra la República para poner fin a todos estos acontecimientos que hacen cada más crítica la situación del país.
Y es precisamente en Marruecos donde comenzará el 17 de julio de 1937 la sublevación. Donde se encontraba la mayor y mejor preparada guarnición del ejército español. Formada por cerca de 50.000 hombres: los legionarios, dirigidos por Yagüe, y las tropas indígenas, que ya habían intervenido en la represión de la revolución de octubre en Asturias. Franco, tras controlar la situación en Canarias, se trasladó a Marruecos y se puso al frente de la rebelión.
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Ahora
seguramente os habéis preguntado, amigos italianos, por qué
Mussolini sostiene a Franco, y por qué la prensa fascista destila su
veneno contra el pueblo español, contra los "rojos" a los
que acusa de todos los crímenes... por eso, la prensa de Mussolini
nos trata de bandidos...
Por tal razón estamos aquí y se han formado las Brigadas Internacionales. Por esto hay un heroico Batallón Garibaldi, que vuelve a tomar por su cuenta las más valiosas tradiciones del siglo pasado.
Estamos aquí porque queremos para los ciudadanos de nuestro país, los obreros de nuestro país, lo que el Frente Popular de aquí quiere para los ciudadanos, obreros y campesinos españoles...
La victoria en España será para nosotros una etapa hacia la victoria en Italia, hacia la victoria en Europa y en el mundo.
Discurso de Pietro Nenni en Madrid, 6 de febrero de 1937.
1.
Se trata de un fragmento del discurso que el socialista italiano
Pietro Nenni (1891-1980) realizó en Madrid en febrero de
1937. Es por tanto una fuente directa y primaria sobre la
guerra civil española y de temática política. Va dirigido
al pueblo español partidario de la República y especialmente a los
voluntarios italianos enrolados en las Brigadas Internacionales.
Pietro
Nenni, de origen campesino, fue primero periodista y más tarde
político. Estuvo en la cárcel donde conoció a Mussolini, del que
se habla en el texto con desprecio. Se unió al Partido Socialista
Italiano (PSI) en 1921. Poco después tras la llegada de Mussolini al
poder le criticó en el periódico “Avanti”. Intervino en la
Guerra Civil española como se observa en el discurso ayudando en la
fundación de la Brigada Garibaldi formada por voluntarios italianos
izquierdistas que formaban parte de las Brigadas Internacionales.
Combatió en la guerra española hasta la batalla de Brunete tras
la que marchó a Francia.
2.
En este texto Nenni denuncia el apoyo que Mussolini presta a Franco.
Para contrarrestarlo, se forma en Italia el batallón Garibaldi
integrado por italianos antifascistas. Defiende la política social
que el Frente Popular había desarrollado en España en los escasos
meses de su gobierno, y termina finalmente Nenni enmarcando la lucha
contra el fascismo en España como una etapa más dentro de la lucha
más general en Europa y en el mundo contra las tendencias filo
fascistas que se extendían imparablemente y que en Italia, su país,
tenía a uno de sus más altos representantes: Mussolini.
3.
El dictador italiano concedió una fuerte ayuda militar en
hombres (70.000 combatientes) y armamento a los sublevados que fue
determinante a la hora de inclinar la victoria del lado franquista
junto a la inestimable ayuda de la Alemania nazi. Para contrarrestar
esa iniciativa fascista se formaron las Brigadas Internacionales
integradas por voluntarios de muchos países europeos y americanos
(60.000 hombres) de tendencia comunista y anarquista que apoyaron a
la República y que tuvieron un papel clave en la defensa de
Madrid.
Como
parte de estas Brigadas se forma el batallón Garibaldi (héroe
italiano del siglo XIX protagonista de la unificación de su país)
integrada por italianos antifascistas, y al que pertenecía el
protagonista del texto.
Tan
sólo la Unión Soviética y México prestaron ayuda oficial al bando
republicano en la guerra civil. Una asistencia a todas luces
insuficiente si la comparamos con la que proporcionaron los países
fascistas al bando franquista. Tanto Francia como Gran Bretaña se
negaron a proporcionar una ayuda efectiva al gobierno legítimo
republicano.
Este
hecho fue determinante a la hora de la derrota final de la República.
Como consecuencia, a partir de 1936 surgirá en España un nuevo
gobierno dictatorial presidido por Francisco Franco y con fuertes
simpatías pro potencias del Eje.